“Hay que pensar en el puerta a puerta y no en el puerto a puerto”
Carles Rúa es el responsable de Proyectos Estratégicos y de Innovación de Port de Barcelona. Aprovechando su presencia en el marco del Salón Internacional de la Logística 2018 (celebrado en Barcelona), hablamos con él sobre el modelo de innovación que aplican los puertos que quieren seguir siendo competitivos.
¿Por qué es tan importante para los puertos adoptar un modelo de innovación?
Porque el negocio está cambiando. Estamos asistiendo a la transformación de la industria logística, a la vez que las nuevas tecnologías propician la aparición de oportunidades hasta ahora inéditas. Además, el contexto económico también está cambiando y los puertos son una herramienta básica de la economía. O son capaces de adaptarse al nuevo entorno o dejarán de cumplir su función como valedores de la economía y del comercio internacional.
En los próximos años, ¿en qué áreas cree que los puertos verán una mayor innovación tecnológica?
En mi opinión, las áreas más afectadas por la innovación serán principalmente tres: la sostenibilidad, la digitalización y la automatización. La principal es la sostenibilidad. Mediante el uso de nuevos combustibles, las herramientas de optimización de cargas para evitar viajes en vacío, la electrificación y, cómo no, la adaptación de los medios de transporte terrestre y la maquinaria portuaria (que también evolucionarán hacia los combustibles alternativos), se va a conseguir reducir de manera efectiva el impacto medioambiental de los puertos.
En lo que respecta a la digitalización, los puertos ya han realizado un esfuerzo muy importante, en los últimos años, para transformar lo que eran antes flujos documentales a flujos electrónicos, con la implantación de sistemas como los Port Community Systems, por ejemplo. Ahora toca dar un nuevo paso, vinculado al concepto de puerto 4.0 o logística 4.0, y empezar a generar información útil para los usuarios a partir de elementos tecnológicos, como la sensorización o las cámaras, por ejemplo.
Por último, la otra área que va a sufrir una revolución va a ser la automatización. Puertas automáticas, vehículos autónomos, buques autónomos... En este ámbito, aún es necesario más rodaje, pero tenemos que estar atentos, porque en los próximos años la transformación va a ser radical.
¿Qué nuevas necesidades surgidas de la transformación digital deben satisfacer los puertos?
Tenemos que ser capaces de proporcionar la información que necesitan nuestros clientes para tomar decisiones. El puerto debe facilitar a un operador logístico, o a un importador o exportador, los datos necesarios y suficientes para que, en tiempo real, pueda tomar decisiones sobre qué hacer, o cómo actuar, con sus contenedores cuando llegan al recinto portuario.
"La innovación tecnológica en los puertos incidirá sobre todo en tres áreas: la sostenibilidad, la digitalización y la automatización"
Problemas como la congestión o la gestión de las vías son dos de las áreas con más necesidad de mejora. ¿Qué puede hacerse al respecto en materia de innovación?
Lo ideal sería la posibilidad de evacuar la mercancía del puerto mediante el ferrocarril y, en este caso, no estaríamos hablando tanto de innovación tecnológica, sino de modelo de negocio para conseguir adaptar el transporte ferroviario a las necesidades de nuestros usuarios. No obstante, como el transporte por carretera seguirá siendo mayoritario, aquí sí que los niveles de automatismo serán un factor relevante: puertas automáticas para agilizar la entrada, ventanas temporales para programar la llegada de los camiones, la capacidad de informar de la situación del puerto para que el transportista pueda tomar decisiones, etc. Se trata de ser capaz de transformar el big data que se genera en un puerto en información útil en tiempo real y de ayudar a los operadores a tomar decisiones basándose en estos datos en tiempo real.
Además, no hay que olvidar la capacidad de realizar predicciones que brinda la inteligencia artificial. La gestión de la business intelligence será fundamental en el futuro para poder realizar predicciones en función de cómo evoluciona una determinada situación y, a partir de ahí, anticiparse a los problemas que puedan aparecer. Aquí la autoridad portuaria desempeña una función muy importante, ya que es la organización que tiene acceso a todos los datos y la más preparada para ponerlos a disposición de los usuarios. Las navieras quieren un puerto que sea un pit stop. Disponer de toda esta información les permite tomar decisiones mientras están navegando que pueden utilizar para optimizar sus recursos.
¿Qué función desempeña la transformación del transporte por carretera, con los megatrucks y la tecnología del platooning, entre otros, a la hora de mantener la competitividad de los puertos?
El sector por carretera está cambiando mucho y estamos a punto de vivir un verdadero proceso disruptivo con la llegada de los vehículos autónomos, los vehículos conectados, las carreteras inteligentes, etc. En el caso de los puertos, la carretera va a seguir siendo dominante, porque la mayor parte de nuestros clientes se encuentra en un radio reducido, así que la rápida evolución de esta área también va a significar cambios importantes para las instalaciones portuarias.
¿Qué retos en materia de innovación presentan los puertos ubicados en un enclave urbano, como es el caso del Port de Barcelona?
Estos puertos tienen el reto adicional de la convivencia con la ciudad, y temas como la sostenibilidad y la seguridad son de suma importancia. Por ello, deben extremarse las atenciones y saber dar respuesta a las expectativas singulares de los diversos grupos de interés que tiene un puerto ubicado en un enclave urbano.
En esta línea, ¿puede explicar en qué consiste el modelo de extended port?
Tradicionalmente, la labor de los puertos terminaba donde acababa su perímetro: una vez que el contenedor salía por la puerta, ya no era su problema. En estos momentos, esto no es así. Los puertos deben entender que forman parte de cadenas logísticas. Lo que el importador o exportador quiere saber es cuándo llega la mercancía a su almacén o si ya ha salido de su origen. Esto significa preocuparse por lo que pasa más allá de la instalación portuaria. Ahora se trata de pensar en el puerta a puerta, y no en el puerto a puerto. Hay que empezar a desarrollar servicios de información que abarquen toda la cadena logística e integrar lo que está pasando en las terminales del puerto con lo que sucede en las terminales interiores, así como en los diferentes tramos de transporte marítimo o terrestre.
¿En qué dirección cree que van a evolucionar los puertos?
Los puertos tienen que ser cada vez más ágiles. Hay una serie de tendencias que apuntan a buques cada vez mayores. Un buque no escalará en un puerto para dejar veinte contenedores, descargará dos mil o tres mil y recogerá otros tantos. Recibir tres mil contenedores de golpe significa que hay que ser capaz de evacuarlos de forma rápida, así que, o tienes los servicios de información que te permitan ser ágil, o el barco va a atracar en otro puerto. Si un puerto no es diligente, desaparecerá. Y si en el pasado ser ágil significaba poder mover quinientos contenedores en una sola operativa, hoy implica la posibilidad de realizar 6.000 movimientos por escala. Los puertos que no innoven, que no se adapten a este nuevo contexto, estarán condenados a tener una función residual en el comercio internacional; en otras palabras: innovar o morir.