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Guardianes de los océanos: cómo contribuyen la ciencia ciudadana y la pesca recreativa a la conservación marina

La colaboración entre ciudadanos de a pie y científicos facilita la labor de los investigadores, enriquece el sector de la pesca recreativa y contribuye a concienciar sobre la importancia de cuidar los ecosistemas marinos. En los últimos años se han creado numerosos proyectos de ciencia ciudadana en todo el mundo, varios de ellos en los entornos de los puertos.

Publicado el 25.01.2024
Los proyectos que involucran a los ciudadanos generan un nuevo conocimiento o ayudan a comprender diferentes aspectos de nuestro entorno. (FP)

Colaboración para entender nuestros océanos

Los hábitos de multitud de especies que viven bajo la superficie del mar siguen siendo un gran misterio para la ciencia. Un buen ejemplo lo tenemos en el atún rojo, un pez que vuelve a las aguas donde nació — en el Mar Mediterráneo o en el golfo de México, dependiendo de la población — cuando empieza su etapa reproductiva.

Aunque el conocimiento avanza, es poco lo que sabemos sobre estas migraciones. Para conseguir información que permita desvelar parte de las incógnitas, en abril de 2023 Scientific Angler organizó unas jornadas en las que pescadores recreativos colaboraron con científicos del Institut Français de Recherche pour l'Exploitation de la Mer (Ifremer, un instituto francés de ciencia oceánica).

Los equipos partieron de Marina Vela, en el puerto de Barcelona, para pescar atunes rojos, marcarlos con dispositivos electrónicos y posteriormente volver a liberarlos. A esta jornada se sucedieron otras dos en el mar Mediterráneo, y en total se marcaron 35 ejemplares. En los próximos años, los dispositivos proporcionarán información muy valiosa para saber más sobre los hábitos de esta especie, el estado de su población o la salud de los mares.

Estas jornadas son un ejemplo de lo que supone la ciencia ciudadana. Un tipo de ciencia basada en proyectos que involucran activamente a los ciudadanos en tareas que generan un nuevo conocimiento o ayudan a comprender diferentes aspectos de nuestro entorno. Tal y como explican desde la Asociación Europea de Ciencia Ciudadana (ECSA), estas personas pueden actuar como contribuyentes, colaboradores o líderes de los proyectos, tomando así un papel relevante en la investigación.

El marcaje proporcionará información muy valiosa para saber más sobre los hábitos del atún rojo. (Scientific Angler)

Una plataforma al servicio de la ciencia

La colaboración entre los científicos de Ifremer y pescadores recreativos en las aguas del Mediterráneo ha sido posible gracias a Scientific Angler Tagging Tour, una plataforma creada por Scientific Angler para organizar jornadas de marcaje.

“La plataforma tiene como fundamento hacer de bisagra entre los científicos y los pescadores. Nos permite ponerles en contacto y también organizar las jornadas para que los marcajes se hagan de forma correcta y coordinada, teniendo en cuenta todas las implicaciones”, explica Fede Valls, cofundador de Scientific Angler Tagging Tour.

“La plataforma facilita la ciencia ciudadana, que tiene un gran valor por tres cosas: en primer lugar, permite a los científicos llegar más lejos gracias a la ayuda de colaboradores entusiasmados con el trabajo que hacen. En segundo lugar, los pescadores y cualquier otro colaborador salen ganando, porque aprenden. Y, en tercer lugar, se establecen sinergias entre los unos y los otros que permite llegar mucho más lejos. Eso es importantísimo”, señala Valls.

En el proyecto de marcaje del atún rojo en el Mediterráneo, los pescadores recreativos son los encargados de pescar los atunes especificados por los científicos. Una vez tienen los ejemplares, los científicos realizan un muestreo, implantan una marca electrónica pop up y posteriormente liberan los peces.

Estas marcas registran datos de temperatura, luminosidad y profundidad y están programadas para que se liberen en un año, aproximadamente. Una vez salen a la superficie, emiten parte de la información grabada al sistema satelital Argos. Más adelante, cuando los científicos recuperan los dispositivos, pueden acceder al total de la información.

“Con estos datos, los científicos pueden ver no solo los lugares por donde han pasado los peces, sino también la profundidad, la temperatura del agua y otros parámetros que luego relacionan con otra información para ir aprendiendo cada vez más sobre estos animales”, indica Valls.

“Hay gente que nos pregunta para qué sirve cada marca. Nosotros siempre respondemos que cada marca sirve para llenar un vacío de conocimiento. Para qué se usa la información depende mucho del objetivo del científico y de con qué relaciona los datos. Si tenemos en cuenta que no solo se marcan atunes, sino también tiburones, cetáceos y otras especies de peces, es fácil imaginar que no hay límites para seguir aprendiendo”, señala el cofundador de Scientific Angler Tagging Tour.

 

Marcaje y adquisición remota de datos mediante marcas electrónicas POP-UP (funcionamiento básico)

Las marcas electrónicas posibilitan la obtención de datos sin la necesidad de volver a capturar el animal marcado. (Scientific Angler)

Ciencia ciudadana alrededor de los puertos

La ciencia ciudadana puede utilizarse para recabar conocimiento e información sobre multitud de aspectos, entre los que están aquellos que suponen un desafío para los océanos: la contaminación por plásticos, el aumento de la temperatura del agua, la presencia de especies invasoras o el declive de poblaciones de algunas especies, por ejemplo.

Dado que estos proyectos involucran a la ciudadanía, la mayoría se llevan a cabo en la costa. Y, en este contexto, los puertos ganan importancia como nexos entre la tierra y el mar: en los últimos años, han tomado forma diferentes proyectos de ciencia ciudadana alrededor de los puertos.

En el de Sídney (Australia), por ejemplo, la iniciativa Wild Sydney Harbour invita a informar de los avistamientos de animales salvajes (como pingüinos, tiburones, delfines o ballenas) en los alrededores del puerto a través de las redes sociales o de formularios disponibles en la web del proyecto. La colaboración ciudadana permite saber dónde se encuentran estos animales y también cómo les afectan las interacciones con personas y embarcaciones en un espacio tan transitado como es el puerto de Sídney.

Los pescadores y otros colaboradores aprenden y permiten que los científicos avancen. (FP)

Al otro lado del mundo, el puerto de Falmouth (Reino Unido) colabora con la sociedad internacional SeaKeepers para fomentar la cooperación entre propietarios de embarcaciones de recreo, científicos e investigadores ambientales y así recabar información sobre el estado del agua o del fondo marino. Esto permite a diferentes grupos de investigación entender las implicaciones del cambio climático o de la contaminación en el mar, entre otros aspectos.

En estos casos (y en los muchos otros que completan la lista), estos proyectos de investigación buscan también divulgar, educar y concienciar, así como involucrar a la población en todos los aspectos relacionados con la vida marina. Las jornadas de marcaje de Scientific Angler, por ejemplo, están siempre acompañadas de conferencias, eventos de divulgación o actividades de recogida o monitoreo de plásticos.

“Ocurre una cosa muy curiosa: la gente no asocia el mar con naturaleza ni la vida salvaje. Parece que la vida salvaje está en las selvas y la naturaleza, en el monte”, señala Valls. “Pero el mar es naturaleza. El mar es vida salvaje. Y, muchas veces, donde la gente tiene más cerca la vida salvaje es en el mar. También intentamos concienciar sobre todo esto”, señala el cofundador de Scientific Angler Tagging Tour.