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El GNL gana terreno como combustible alternativo para reducir la contaminación de los buques

La reducción de la polución, tanto de emisiones perjudiciales para la salud como de gases de efecto invernadero, es uno de los grandes desafíos a escala mundial. La industria marítima, responsable de parte de estas emisiones, ha de implicarse en la búsqueda de soluciones. De momento, las navieras han encontrado en el gas natural licuado (GNL) el combustible alternativo para recortar de manera muy significativa las emisiones nocivas para la población y –aunque en menor medida- los gases de efecto invernadero. PierNext habla con pioneros del sector que apuestan por el GNL y que han demostrado sus beneficios.

Publicado el 10.05.2019

El Abel Matutes, de Baleària, se convirtió en 2017 en el primer ferry de pasajeros con un motor auxiliar de GNL que le permite usar este combustible alternativo en las maniobras de acceso y salida del puerto y durante todo el tiempo que está atracado. La instalación del motor auxiliar y la evaluación de los resultados en materia de reducción de emisiones ha sido posible gracias al proyecto europeo CleanPort, liderado por Baleària y Naturgy y en el que también han participado los puertos de Barcelona, Baleares y la Dirección General de la Marina Mercante.

Los resultados del proyecto, que se hicieron públicos el mes pasado, demuestran que entre junio de 2017 y octubre de 2018 el uso de este combustible alternativo ha permitido al Abel Matutes reducir de manera muy significativa las emisiones nocivas para la salud y parte de los gases de efecto invernadero. En concreto, logró recortar los óxidos de nitrógeno –NOX– en 20 toneladas, eliminó prácticamente todas las partículas en suspensión y ahorró 1.300 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Esta iniciativa cuenta con la ayuda de la Unión Europea a través del mecanismo 'Conectar Europa’.

Una unión clave para el éxito del proyecto

“El balance del proyecto ha sido incluso mejor de lo previsto inicialmente, no solo en ahorro de emisiones. En aspectos como el consumo de combustible, la seguridad, la eficiencia y el ruido también hemos superado con prueba la nota”, señala Vicente Gramuntell, director de Operaciones Iberia de Naturgy. “Nuestra colaboración con Baleària es una muestra más de la importancia de definir y diseñar soluciones tecnológicas factibles e innovadoras de generación de energía auxiliar limpia” afirma Gramuntell.

Estas cifras demuestran por qué el GNL se está afianzando en la industria marítima como el combustible alternativo para contribuir a la mejora de la calidad del aire. De hecho, frente a los carburantes convencionales se estima que el uso del GNL permite reducir un 80% las emisiones de NOX, en más de un 20% el dióxido de carbono y suprime casi por completo las partículas en suspensión y los óxidos de azufre (SOx).

 

AIDAnova (Carnival Corporation) es el primer crucero del mundo propulsado con gas natural licuado (GNL).

La viabilidad económica del GNL es otro de los factores que lo hacen atractivo para las navieras. Como destaca el presidente de Baleària, Adolfo Utor. El GNL no solo es más barato que el resto de combustibles, sino que permite beneficiarse de las bonificaciones que los puertos aplican sobre las tasas portuarias a los buques que usan GNL.

Tras el éxito de la experiencia pionera de CleanPort, Baleària ha multiplicado su apuesta por el GNL. Adolfo Utor destaca que en dos años “el 100% de la flota de Baleària será propulsada por gas natural”. Una flota ecoeficiente de smart ships: la compañía ya tiene dos buques navegando con GNL, la construcción de dos nuevos barcos en marcha y la remotorización de cinco buques más para adaptarlos al combustible alternativo. “En este sentido, el ferry Abel Matutes será el próximo en navegar totalmente con esta energía limpia” añadió Utor.

El futuro del GNL en números

Con el proyecto CleanPort, el Port de Barcelona se ha convertido en el primer puerto del Mediterráneo en suministrar GNL a un ferry de manera regular y continuada. La implantación de este combustible en la industria marítima se encuentra en plena fase de despegue. Actualmente, hay 125 navíos en los astilleros que formarán parte de la flota mundial propulsada por GNL; pero esta cifra irá a más, ya que se estima un crecimiento de los pedidos de nuevas unidades que oscilará entre un 15% y un 25% en los próximos años, por lo que en 2025 podría existir un total de 300 a 600 buques con estos sistemas de propulsión. Además, se prevé que en 2035 el 22% del consumo total de repostaje marítimo será de GNL.

 

Carga de gas desde el camión cisterna al buque Abel Matutes (Baleària) atracado en el puerto de Barcelona. [Imagen de Vicens Giménez]

El segmento de los cruceros es otro de los que ha abrazado con entusiasmo esta opción de combustible limpio. La industria crucerística ya ha anunciado o iniciado la construcción de 13 cruceros propulsados y operados exclusivamente con este combustible. Los 4 grupos líderes del sector (Carnival, Royal Caribbean, MSC y NCL), que concentran más del 90% del mercado, tienen ya operando o en cartera cruceros de GNL.

AIDAnova, del Grupo Carnival, ha sido el primer crucero propulsado por GNL que ha visitado el Port de Barcelona, donde tiene previsto realizar 29 escalas esta temporada. En octubre, la capital catalana recibirá su segundo crucero de estas características, el Costa Smeralda, también de Carnival.

Mientras se exploran otras opciones de energía limpia, como el hidrógeno, que aún requieren un mayor grado de maduración a nivel tecnológico para poderse implantar de manera generalizada, el GNL se afianza como el combustible alternativo en el sector marítimo para dar respuesta al desafío de mejorar la calidad del aire que respiramos.