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Regenerar para prosperar: porqué la recuperación del fondo marino es primordial

El tiempo apremia para los océanos. La actividad humana los está acercando a un punto de degradación irreversible. Pero la innovación inspirada por la naturaleza está provocando la proliferación de varias startups que apuestan por soluciones de base tecnológica para abordar la regeneración de la biodiversidad marina. ECOncrete, Ocean Ecostructures y Underwater Gardens son tres ejemplos de emprendimiento enfocadas en, precisamente, recuperar la riqueza de mares y océanos.

Publicado el 10.12.2021
ECOncrete, Ocean Ecostructures y Underwater Gardens son tres startups que innovan para recuperar la riqueza de mares y océanos. (GettyImages)

Los autores del estudio ‘Rebuilding marine life’, publicado en Nature, citan un ejemplo que demuestra que todavía hay esperanza para salvar los océanos: la recuperación de los arrecifes de coral en las Islas Marshall tras haber sido banco de pruebas de bombas nucleares y de hidrógeno entre 1946 y 1958. Y señalan a la regeneración de la biodiversidad marina y la capacidad que tiene la naturaleza para sobreponerse a situaciones extremas como dos oportunidades que no hay que desaprovechar. 

“Todas las respuestas están en la naturaleza”. Es lo que afirma la bióloga Janine Benyus. Es experta en biomímesis, la ciencia que estudia a la naturaleza como fuente de inspiración de tecnologías innovadoras que permiten resolver problemas humanos que la naturaleza ya ha resuelto. Es el modelo para diversas start ups que ya están aplicando innovadoras soluciones para regenerar los ecosistemas marinos.

La regeneración marina ya ha empezado

Organismos, instituciones, grupos de trabajo y startups se han puesto manos a la obra. El High Level Panel for a Sustainable Ocean Economy, formado por 14 países, se ha fijado como objetivo proteger el 30% de los océanos para 2030. La Unión Europea publicó un documento en 2020 en el fija objetivos similares. Y apuntan, entre otras, a la regeneración marina como una de las herramientas para conseguirlo.

En lo que se refiere al sector de las startups, empiezan a proliferar varias empresas de base tecnológica que apuestan por soluciones diversas para abordar este reto global. 

Una de las más veteranas es ECOncrete. Fundada en 2012 por dos doctores en biología marina y con sede en Tel Aviv, ha patentado una tecnología del hormigón ecológico-biopotenciador que tiene la capacidad de favorecer la biodiversidad, la captura del CO2 que mitiga el cambio climático, a la que vez que proporciona un mayor rendimiento estructural en comparación con el hormigón tradicional.

 

Proyecto de ECOncrete en Shark River Island, Nueva Jersey para estabilizar la línea de costa y proporcionar un hábitat para especies locales. (ECOncrete)

 

Un kilómetro de su hormigón equivale al carbono absorbido por cien árboles, explica Paolo Tedone, Director Regional de Ventas para el Sur de Europa.

Su solución puede aplicarse en litorales, infraestructuras marítimas y offshore, algo que ya están implementando en lugares tan dispares como Estados Unidos, España, Francia, Italia, Países Bajos o Hong Kong . En el mundo, el 70% de las estructuras marítimas están construidas con hormigón. “Aprovechamos las estructuras grises en fase de diseño o de construcción para convertirlas en parte de la solución”, agrega.

Mimetizar la naturaleza

En Barcelona, Ocean Ecostructures fabrica estructuras marinas con una base de carbonato cálcico que incorpora su tecnología LIFESKIN, que permite mimetizar la naturaleza para crear nuevos hábitats marinos. “Diseñamos desde micro escollos a paredes verdes que permitan el crecimiento o atracción de bienes ecosistémicos que habían desaparecido, generar riqueza y mejorar la calidad de vida de las comunidades'', relata Mireia de Mas, responsable de proyectos.

Sus estructuras, de 1 metro de ancho por 1.40 de alto son, explica, manejables, fáciles de instalar en las zonas más adecuadas según las muestras recogidas y a los datos obtenidos de batimetrías realizadas, por ejemplo, en los puertos.

También en la ciudad condal, la propuesta de  Underwater Gardens, consiste en restaurar ecosistemas marinos a gran escala, concienciar sobre la importancia de la salud del océano y promover destinos turísticos de costa regenerativos y sostenibles. 

Su apuesta, en línea con el Pacto Verde Europeo, consiste en aplicar el conocimiento adquirido durante casi tres décadas por un consorcio internacional de doce países  denominado Blue Citizen, combinando desde  física o biología oceanográfica a arquitectura, sociología o educación en una serie de proyectos articulados que proyectan la regeneración de los mares a largo plazo.

Su tecnología Life Reef Technologies aúna y aplica una serie de herramientas gracias a un protocolo de diseño que se apoya en algoritmos paramétricos para optimizar las condiciones de asentamiento y supervivencia de organismos bentónicos, en el fondo del mar.  Su proyecto entiende la complejidad del mundo natural a la hora de ejercer la restauración, un proceso que debe hacerse con una base científica muy sólida y poliédrica.

Detalle del proyecto de Nueva Jersey (ECOncrete).

“Estos organismos tienen sus preferencias respecto a una serie de factores ambientales y biológicos que analizamos e identificamos para crear microambientes adecuados que optimizan su atracción y crecimiento”, comparte Marc García-Durán, su CEO.

 La regeneración de los fondos marinos es la base de la llamada economía azul, ya que sin unos océanos sanos no hay posibilidad de desarrollar ningún otro tipo de vertical relacionado con la economía marina

Ciencia, innovación y tecnología

Cada una de las tres startups está formada por equipos multidisciplinares que provienen de ramas como la biología o la ingeniería. En el caso de ECOncrete, su fundadora, la bióloga marina Dr. Shimrit Perkol-Finkel, empezó colocando estructuras compuestas por diferentes materiales y rugosidades en las aguas de Florida, Nueva York o Israel, lugares a los que regresaba cada tres meses para recoger datos.

“Este trabajo de campo le permitió identificar los componentes que más favorecen la generación de especies y en qué mares, ya que las diferentes temperaturas, la salinidad y el nivel de las mareas son factores diferenciales”, dice Tedone. 

En el caso de Underwater Gardens, el equipo científico proyecta grados de plausibilidad que presentan los diferentes ecosistemas, y se deciden las intervenciones en relación con proyecciones relacionadas con cambios de temperatura, acidificación, aumento del nivel del mar que el cambio climático está provocando. 

No solo eso, el consorcio tiene en cuenta aspectos muy concretos de la ecología y biología de las poblaciones que van a restaurarse, como la influencia de la dinámica de fluidos en la captación de alimento, la conectividad genética de las especies o su capacidad de adecuarse a las nuevas condiciones climáticas.

Además de restaurar el hábitat, Underwater Gardens quiere concienciar sobre la importancia de la salud del océano y promover destinos turísticos . (Underwater Gardens)

“La implantación de tecnología depende mucho de las especies y del lugar. Es interesante apostar por especies de crecimiento lento para formar bosques marinos, pero los organismos de crecimiento rápido pueden ayudar a capturar carbono más deprisa. Las técnicas de monitorización son variadas e implican una combinación de sensores, imágenes, recolección de muestras y seguimiento de parámetros físicos, químicos y biológicos”, describe García-Durán.

Mireia de Mas explica que el proceso de mejora es “contínuo”, ya que la tecnología innova constantemente. “Aunque el producto está acabado tenemos la obligación de ir actualizándolo e incorporar mejoras que favorezcan la bioincrustación”, detalla.

 La biomímesis es el modelo que inspira a las start-ups que ya están aplicando soluciones innovadoras para regenerar los ecosistemas marinos

Economía azul: regenerar sí o sí

La regeneración de los fondos marinos es la base de la llamada economía azul, ya que, tal y como expresa de Mas, sin unos océanos sanos no hay posibilidad de desarrollar ningún otro tipo de vertical relacionado con la economía marina. “Cada vez más, instituciones y empresas son más receptivas a adoptar soluciones que transformen sus infraestructuras ‘grises’ en ‘azules’ porque son conscientes que su actividad degrada el entorno y es importante invertir en medios que los mejoren”, asevera. 

Otra labor importante, asegura, es la de dar a conocer esta labor científica al conjunto de la población, por eso, sus instalaciones tiene como preferencia instalarse en puertos y marinas del mar Mediterráneo para poder generar vínculos con la ciudadanía

El modelo de Underwater Gardens también se basa en ampliar su alcance. Aunque todavía no pueden facilitar más detalles, cuentan con un parque en desarrollo, un nuevo producto turístico que combina Ciencia, Deporte, Tecnología, Educación y Arte con el objetivo de que los visitantes vivan experiencias únicas y memorables de conexión con el mar. En esos mismos proyectos diferentes bosques marinos son considerados como un “todo” armónico que se combina para incrementar biodiversidad, aumento de biomasa  y capacidad de retener carbono a largo plazo.

“En nuestra manera de abordar el problema de la regeneración, nos damos cuenta de que no es un problema puramente técnico, sino que conlleva implementar un cambio hacia una cultura más consciente. En este sentido, entendemos que los proyectos han de integrar estos vectores porque para nosotros el nuevo paradigma es la integración”, explica García-Durán. 

Aunque todavía no pueden facilitar más detalles, Underwater Gardens cuenta con un parque en desarrollo. (Underwater Gardens)

En este sentido, varios puertos se han interesado en la aplicación de esta metodología que va más allá de submergir arrecifes, sino que desarrolla substratos inteligentes, interactivos y sensorizados, diseñados ad hoc y que ayudan a la adaptación al cambio climático.

Palamós y Nueva York, ejemplos de aplicación

Por primera vez, Ocean Ecostructures ha colocado doce unidades de su tecnología BioBoosting System (BBS), basado en estructuras marinas de sustrato natural, que permite mimetizar la naturaleza y recuperar los hábitats marinos, en el Port Esportiu Marina de Palamós, un puerto pionero en el ámbito de la sostenibilidad.

Este sistema incorpora tres capas; una diseñada para atraer y regenerar microorganismos, otra para macroorganismos, y una última y más diferencial, denominada LIFESKIN, que incorpora un sustrato natural con el objetivo de restaurar el litoral rocoso de esta zona de la Costa Brava y, sobre todo, especies protegidas como la posidonia o el caballito de mar. El proyecto de Palamós contempla más fases cuya evaluación tendrá lugar dentro de un año. 

El desarrollo y la instalación de este sistema de recuperación del medio marino se enmarca dentro del proyecto de investigación SEAREG, que tiene como misión la recuperación de la vida en el Mediterráneo. 

Forman parte de este consorcio, además del Port Esportiu Marina de Palamós y del Port de Barcelona, empresas de varios sectores y entidades científicas como el Institut de Ciències del Mar (ICM), el Institut Mediterrani d’Estudis Avançats (IMEDEA), el Centre d’Estudis Avançats de Blanes (CEAB), el Aquàrium de Barcelona, Eurecat o el Centro Tecnológico Naval y del Mar (CNT) en Cartagena.

La instalación del Puerto Deportivo Marina Palamós no será la única que acogerá la nueva tecnología BBS. El Port de l’Estartit ya ha confirmado su incorporación, y en próximas semanas se añadirán varios puertos deportivos y comerciales de Baleares, la costa catalana y de la costa de levante, y se han iniciado conversaciones con puertos italianos.

ECOncrete, por su parte, cuenta con más de 40 proyectos realizados en diez países y seis mares. En España, está desarrollando el proyecto Living Ports en el Puerto de Vigo y la marina de superyates que IGY construye en Málaga. En 2015 inició el proyecto ‘Living Breakwaters’ en Staten Island, Nueva York, cuyo objetivo es reducir el riesgo de inundaciones para las comunidades costeras, construir un hábitat de arrecifes para ostras y peces y crear oportunidades para la administración de los diques y la recreación.

El proyecto consiste en la instalación de más de 700 metros de diques rompeolas -estructuras parcialmente sumergidas construidas con escollera (roca) y unidades de hormigón de ECOncrete- ubicados entre 400 y 500 metros de la costa. Los trabajos incluyen las instalaciones en los propios diques, un vivero flotante de ostras, actividades de cultivo fuera del sitio, recogida y curado de conchas.

El concepto de “diques vivos” ha sido desarrollado por un amplio equipo multidisciplinar dirigido por SCAPE como parte de la propuesta ganadora de Rebuild By Design, el concurso de diseño convocado por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. tras el huracán Sandy de 2012.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14 de las Naciones Unidas pretende "conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible". Para alcanzar este objetivo será necesario reconstruir los sistemas de soporte para que la vida marina prospere y continúe suministrando los numerosos beneficios que un océano sano proporciona a la sociedad.

El trabajo ya ha empezado. Y se está implementando en el mundo real, no en el metaverso.

Para saber más