Conectadas y autónomas, así serán las cadenas de suministro en 2025
Las cadenas de suministro miran al futuro. Para seguir creando valor, deben redefinir sus objetivos, adaptarse a las nuevas demandas de los clientes y a un contexto climático y geopolítico marcado por la inestabilidad y en el que las disrupciones van a ser cada vez más frecuentes. En este artículo, se analizan los informes presentados por grandes empresas de consultoría, que nos explican por qué las tecnologías se presentan como las mejores aliadas para adecuar estos procesos con flexibilidad, resiliencia y transparencia.
El próximo lustro va a ser un periodo de cambios significativos en las cadenas logísticas. Para afrontar su reestructuración con éxito, es necesario preparar a todos los agentes involucrados para que puedan adaptar su negocio. En este futuro tan cercano, el cliente y la sostenibilidad serán centrales y el Internet de las Cosas (IoT), la automatización y la digitalización serán las herramientas fundamentales para afrontar la incertidumbre.
Las principales consultoras internacionales están de acuerdo; las cadenas de abastecimiento deben anticiparse a la evolución del mercado y enfrentarse a los retos y desafíos globales que, hoy más que nunca, han expuesto sus fortalezas y fragilidades.
Una cadena sostenible, local y centrada en el cliente
Sin embargo, según avisa el informe ‘The Future of Supply Chains 2025’ de BSR, la mayoría de proveedores logísticos no cuentan con las herramientas adecuadas para evaluar o gestionar estos impactos. Una solución a este problema es volver a establecer redes de proveedores geográficamente más próximos, que además de alinearse con esta misión y visión, permitan reducir posibles disrupciones en la cadena logística gracias la agilidad de respuesta que genera la proximidad o la diversificación geográfica de proveedores y recursos.
Esta consultora estadounidense recomienda que las organizaciones se preparen para enfrentarse a una migración masiva y a gran escala, además de los efectos que la automatización tendrá en muchos trabajadores, ya que en algunos casos se verán desplazados de sus funciones por máquinas. Las empresas pueden mitigar esta volatilidad fomentando prácticas laborales responsables e inclusivas, desarrollando con transparencia planes que ayuden a que esta transición de la fuerza laboral sea sostenible.
Aquí será fundamental asegurarse que los mejores talentos forman parte de las plantillas empresariales, tal y como señala el informe de KPMG ‘The road to everywhere. The future of supply chain’. La irrupción de tecnologías como la Inteligencia Artificial, el Blockchain o la robótica requerirán de perfiles muy especializados que actualmente son una minoría. Por ello, su captación debe formar parte de la estrategia a largo plazo en todo el sector logístico.
La emergencia climática exige, así mismo, una respuesta contundente por parte de un sector tan globalizado. Esta debe enfocarse en modelos de planificación capaces de buscar materiales y recursos alternativos, nuevas formas de asegurar el suministro y minimizar interrupciones, modos de transporte más sostenibles y la contabilización por parte de los operadores de sus costes externos. Y puesto que las cadenas logísticas cuentan con la interacción de múltiples agentes, las empresas deberán asociarse con proveedores que compartan este mismo compromiso.
El perfil de los clientes es otro cambio de paradigma. La digitalización y los dispositivos del IoT han acostumbrado al consumidor a productos y servicios a la carta y a exigir una mayor velocidad en las entregas. Según KPMG, esto no tiene que suponer un problema si las cadenas segmentan y dinamizan su producción para responder a la transición de la demanda en masa a una más personalizada.
En 2025, el cliente y la sostenibilidad serán centrales y la automatización o la digitalización serán herramientas fundamentales para afrontar el futuro con resiliencia
Aliados tecnológicos
La introducción de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) permite interpretar los datos que generan las interacciones con los clientes para segmentar y predecir patrones de comportamiento y anticiparse al mercado. El reto de gestionar un volumen masivo de datos supone una oportunidad para innovar en su evaluación e interpretación.
Así, con más datos disponibles que en ningún otro momento de la historia, otro reto que tendrán que afrontar los diferentes eslabones de la cadena será el de acotar y distinguir qué información es útil y cuál no lo es, y la manera de recopilarla e interpretarla. Los líderes de la cadena de suministro deberán evaluar las herramientas y procesos disponibles con varias prioridades en mente: que sean en tiempo real y en abierto.
En esta línea, KPMG predice una logística conectada y auto-optimizada, que a golpe de clic serán capaces de procesar datos en tiempo real, conectando a los diferentes agentes de la cadena de manera transparente, gracias a sistemas integrados desde el principio hasta el final.
La transparencia es otra de las claves y remedio contra la incertidumbre. La logística puede anticiparse preparándose para posibles escenarios futuros mejorando su visibilidad y comunicando mejor sus acciones. Esto también permitirá afrontar mejor los requisitos regulatorios y el escrutinio fruto de los intereses políticos que puedan aparecer en el contexto del comercio internacional.
El informe ‘Connected and autonomous supply chain ecosystems 2025’ de PriceWaterhouseCoopers, también prevé que las cadenas de suministro serán auto orquestadas, integrando agentes externos de principio a fin. Este principio también corresponde a la propia planificación de la cadena, ya que la sincronización a tiempo real permite optimizar continuamente los procesos. La digitalización reportará, además, ahorros y beneficios, concretamente, del 6.8% y 7.7% según una encuesta realizada por la consultora.
En lo se refiere a la automatización, el informe habla de una logística inteligente, capaz de conectar lo físico con lo digital mediante almacenes y transportes automatizados que contribuirán a maximizar la eficiencia y reducir costes.
Los puertos, a la vanguardia
Muchos puertos ya han iniciado el camino a seguir y su liderazgo puede servir de ejemplo para el resto de los agentes logísticos. Rotterdam, Hamburgo, Los Angeles, Amberes o Barcelona son ejemplos de puertos que han comprendido que en los nuevos tiempos es necesario centrar la estrategia en la sostenibilidad y en la digitalización de su actividad. Lideran iniciativas a nivel internacional para, por un lado, promover la transición energética y la descarbonización de la actividad portuaria y, por otro, garantizar la trazabilidad de la mercancía y la integración de los operadores mediante la sensorización de sus recintos y el desarrollo de aplicaciones colaborativas que abarcan toda la cadena logística.