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El turbulento futuro del transporte marítimo europeo con la ampliación del régimen de emisiones

La ampliación del Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (EU ETS, en inglés) al transporte marítimo pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Será un paso importante para la descarbonización del transporte, pero ¿habrá daños colaterales?

Publicado el 10.02.2023

Javier Garrido es investigador en el Centro de Innovación y Transporte (CENIT) y doctorando del Port de Barcelona.

Maurici Hervas es investigador del CENIT y doctorando en transición energética del Port de Barcelona.

Chiara Saragani es investigadora del CENIT y doctorando en digitalización del Puerto de Barcelona.

Este artículo analiza las repercusiones del EU ETS en el tráfico de contenedores y las consecuencias de una posible reconfiguración de las rutas. (Getty Images)

Los puertos europeos navegan hacia la neutralidad de carbono

En 2015, el Acuerdo de París (COP21) impulsó a la Unión Europea a crear su propia estrategia para alcanzar los objetivos sostenibles de 2050 y, por tanto, el Pacto Verde Europeo. Su objetivo es conducir a los miembros de la UE hacia la transición ecológica y la neutralidad climática a través de una serie de iniciativas.

Dentro del Pacto Verde Europeo, el sector del transporte marítimo juega un papel importante, a pesar de que solo representa entre el 3% y el 4% del total de emisiones de CO2 que produce la UE.

Para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la UE decidió crear un paquete de políticas, denominado "Fit for 55", en el que el sector marítimo está muy implicado. En concreto, una de ellas parece especialmente delicada: el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE), de ahora en adelante EU ETS.

Ampliación del EU ETS: una medida con una progresión turbulenta

La Unión Europea estima que el EU ETS representa un paso fundamental para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, con el objetivo de alcanzar, como mínimo, una reducción del 43% en 2030 respecto a 2005.

La inclusión del sector marítimo en el EU ETS se analizó previamente en el artículo titulado El impacto del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) de la UE en el transporte marítimo.

El proceso de toma de decisiones de esta medida no ha sido fluido. De hecho, el texto ya ha sufrido varias modificaciones a pesar de que aún no está aprobado.

Tras una revisión por parte del Consejo y el Parlamento, la directiva incluirá al sector marítimo en el mercado de emisiones de la UE antes de lo previsto, a partir de 2024, con un período de transición. El alcance se limita al 50 % de las emisiones para las rutas entre puertos de la UE y  de fuera de la UE y al 100 % de las emisiones producidas para las intraeuropeas.

No solo el sector del transporte marítimo se ve afectado por el EU ETS, también se incluyen otros sectores. Los pagos de derechos de emisión recibidos se destinan a varios fondos, entre ellos, el Fondo Social para el Clima, que ayuda a los ciudadanos y microempresas de la UE a invertir en medidas de energía sostenible. 

Además, también se crearon el Fondo de Modernización y el Fondo de Innovación. El primero apoya a diez miembros de la UE durante su transición hacia la neutralidad climática, mientras que el segundo promueve tecnologías innovadoras bajas en carbono.

La siguiente tabla muestra el desarrollo de la medida:

Proceso de evolución del RCCDE: tres cambios diferentes

La extensión del EU ETS al transporte marítimo ayudará a descarbonizar la economía y acelerar la implementación de tecnologías más sostenibles. Al mismo tiempo, podrían aparecer algunos efectos adversos, ya que esta política no se aplicará a escala global. Aunque el transporte marítimo es un negocio internacional sujeto a factores externos.

Por este motivo, Puertos del Estado, entidad pública responsable de los puertos españoles, decidió investigar el impacto que esta medida tendría en puertos como Barcelona, ​​Algeciras y Valencia y su efecto multiplicador en la economía española.

Cada uno de estos puertos elaboró un primer estudio y se llevó a cabo un segundo en profundidad para consolidar los resultados y, a continuación, realizar un análisis de los posibles mecanismos de evasión. Este último estudio fue realizado por el Centro de Innovación del Transporte (CENIT), un centro de investigación de Barcelona especializado en retos logísticos y de transporte.

El CENIT investiga posibles impactos negativos del EU ETS en el sector marítimo español

El estudio considera las principales rutas de contenedores que conectan el comercio mediterráneo español, en particular, los productos manipulados por los puertos de Algeciras, Valencia y Barcelona. El estudio analiza ocho rutas entre América y Europa y seis rutas entre Asia y Europa.

Estas rutas tienen una frecuencia regular y se consideran suficientemente relevantes, dado que cubren un porcentaje significativo del conjunto del tráfico marítimo de los puertos estudiados.

Actualmente, las rutas realizan un bucle entre América y Europa o entre Asia y Europa.

Debido a la implementación del EU ETS, las compañías navieras podrían decidir dividir este bucle en dos.

Para ser más precisos, primero dejarían los contenedores en un puerto del norte de África para después trasladar la mercancía a Europa en segundo bucle. De esta forma, la primera ruta no entraría en el ámbito del EU ETS, minimizando efectivamente los costes de emisión de carbono de la ruta.

Las siguientes imágenes muestran un ejemplo de esta opción:

Sin embargo, ¿tienen capacidad los puertos africanos para gestionar esta enorme cantidad de contenedores?

El EU ETS podría acelerar los planes de expansión de los puertos del norte de África

El estudio del CENIT incluye un análisis de la posibilidad efectiva de dividir en dos el bucle de contenedores procedentes de América o Asia. Este estudio mostró que ya existen puertos del norte de África que intercambian mercancías con el mercado europeo. Además, se observó que algunos de estos puertos están muy cerca unos de otros y que podrían decidir colaborar en el futuro, con el fin de gestionar mejor el flujo de mercancías. 

Ejemplos relevantes de esta posibilidad podrían ser el puerto de Tánger junto con el puerto de Nador, o Port-Said y Damietta –separados por 70 km– junto con el puerto de Alejandría.

Finalmente, Argelia y Túnez pretenden expandir sus conexiones marítimas estratégicas y también están planeando desarrollar puertos de aguas profundas cerca de sus principales ciudades.

Estos puertos del norte de África podrían convertirse en futuros centros de transbordo. Algunas de las navieras más importantes ya están invirtiendo y están dispuestas a contribuir a su desarrollo. De esta forma reducirían su exposición al EU ETS y mantendrían una ventaja competitiva en el mercado europeo.

Por lo tanto, la financiación de las compañías navieras podría acelerar la ambición de los países del norte de África de convertirse en un importante punto de referencia para el sistema de transporte marítimo.

Oportunidades y amenazas para la reconfiguración de las líneas

La implementación del EU ETS podría provocar que las navieras realicen una primera parada en el norte de África, el mar Adriático, el Reino Unido o el Mediterráneo Oriental

¿Cuáles serían las consecuencias para Europa?

Cuantificando los impactos negativos de la reconfiguración de rutas marítimas

En el estudio del CENIT se analizan los costes, el tiempo, las emisiones producidas y las fugas de carbono. 

El estudio examina tres escenarios diferentes, con tres periodos de tiempo distintos - a corto plazo (2025), a medio plazo (2030) y a largo plazo (2040). Estos escenarios se compararon con la situación actual. El estudio optó por centrarse en el transporte marítimo de contenedores, ya que representa alrededor del 90% del total de productos transportados. No obstante, también aparecerían implicaciones negativas para otros modos de transporte, como el mercado roll-on/roll-off, los graneles líquidos y sólidos y el transporte marítimo de corta distancia.

Para cuantificar el impacto de estas nuevas rutas de transporte, el CENIT analizó las principales variaciones de costes con respecto al escenario de referencia.

Los principales costes considerados son los siguientes:

  • Costes de navegación: combustible, capital, operacional;
  • Costes de emisiones: costes a pagar para cumplir con el EU ETS;
  • Costes de operación de contenedores: costes correlacionados con la carga y descarga de contenedores;
  • Impuestos portuarios: impuestos a pagar en un puerto específico;
  • Costes de tripulación: costes relacionados con la tripulación de un buque.

Los valores considerados son el resultado de una investigación minuciosa para reproducir la mayor aproximación a la realidad, investigando la información real procedente de las rutas interesadas.

El EU ETS podría conducir a las navieras hacia una logística más económica pero menos sostenible

Los resultados del estudio muestran que la reconfiguración de las rutas ahorraría costes a las compañías navieras. Sin embargo, las emisiones podrían aumentar y se produciría una cantidad significativa de evasión de impuestos, tanto para las rutas transatlánticas como para las del este.

En cuanto a las rutas transatlánticas, seis de ocho ahorrarían dinero con esta reconfiguración, que  resultaría en un aumento de emisiones de entre 0,5% y 24% a largo plazo, en comparación con el escenario de referencia.

Las rutas del este muestran los mismos resultados y las emisiones se incrementarían entre un 1% y un 5% respecto a la situación actual.

Por último, la ‘fuga de carbono’ sería significativa para todas las rutas. La fuga de carbono es la transferencia de emisiones de un país concreto a otras regiones con el objetivo de evitar políticas climáticas rígidas.

Tabla de resultados a corto, medio y largo plazo tanto en itinerarios transatlánticos como orientales

La reconfiguración de las rutas marítimas podría debilitar la cadena de suministro europea 

El EU ETS podría resultar en la reconfiguración de las rutas marítimas que conectan Europa por parte de las navieras. De hecho, las empresas podrían decidir dividir las rutas en dos fases: una desde el origen hasta un centro africano y la segunda desde África a Europa. De esta forma, las empresas pagarán solo los costes de emisiones del segundo viaje, ya que el EU ETS solo se aplica en las fronteras marítimas europeas.

Esta reconfiguración podría acelerar el proceso de expansión de los centros africanos, lo que provocaría la pérdida del tráfico de transbordo. Aunque la mayoría del tráfico perdido sería de transbordo, la actividad de I/E también sufriría debido a los aumentos en el tiempo de entrega.

El aumento del plazo de los productos haría más incierta la cadena de suministro europea debido a la parada intermedia, lo que se traduciría en más gastos. Además, la reconfiguración conlleva un aumento de las emisiones de GEI a largo plazo, lo que es totalmente contraproducente para los objetivos del EU ETS.

Finalmente, es posible afirmar que la reconfiguración produciría impactos negativos no solo para el comercio español, sino para el europeo en su conjunto. De hecho, podrían producirse efectos similares en las rutas marítimas del norte de Europa. Las navieras podrían decidir dividir el bucle en un puerto del Reino Unido, ya que el UK ETS no incluirá el transporte marítimo internacional, confiando, en cambio, en los esfuerzos de la OMI.

Además, podrían surgir otras reconfiguraciones en el tráfico del Adriático y el Mediterráneo Oriental, desplazando las rutas originales hacia puertos turcos y egipcios.

La descarbonización solo se logrará si trabajamos juntos

El estudio de CENIT muestra cómo el EU ETS impactaría negativamente en el sistema marítimo europeo. La razón principal es que la medida solo se aplicaría para viajes dentro de las fronteras europeas. Así, las compañías navieras tendrán la posibilidad de evadir los costes del EU ETS  empleando centros de transbordo intermedios en países no pertenecientes a la UE.

El preacuerdo contempla la posibilidad de maniobras evasivas y requiere que la Comisión monitoree estas tendencias para detectarlas en una etapa temprana y proponer medidas para abordarlas. 

 La reconfiguración de las rutas ahorraría costes a las navieras. Sin embargo, las emisiones podrían aumentar y se produciría una cantidad significativa de evasión de impuestos. (Getty Images)

No obstante, este mecanismo se basa en un observatorio activo. Por el contrario, la implementación de medidas para la reducción de emisiones de GEI sería más eficiente si todos los países estuvieran involucrados. Así se evitaría la evasión fiscal y las empresas navieras comenzarían a centrar sus recursos en soluciones más sostenibles en lugar de en nuevos centros logísticos estratégicos.

En 2015, la Organización Marítima Internacional (OMI) puso en marcha algunas iniciativas destinadas a reducir gradualmente las emisiones marítimas, pero la realidad es que se han tomado pocas medidas prácticas.

La Unión Europea debería adoptar un enfoque más insistente con la OMI y tratar de ejercer más presión para extender el EU ETS a todos los países.

Además, podría proponerse un plan estratégico para la asignación de fondos.

La UE y la OMI podrían usar el EU ETS para invertir en aquellos países donde la economía es inestable, ayudándolos hacia la transición energética y una mejor administración de sus centros estratégicos.

También podrían promover la investigación de soluciones innovadoras que podrían ayudar a acelerar el proceso de implementación de energía limpia.

Un ejemplo podría ser la financiación para la renovación de las flotas con barcos más sostenibles, generando así beneficios tanto para el medio ambiente como para el negocio naviero. De esta forma, se reduce la reticencia de las empresas involucradas a asumir el impuesto al carbono.

Finalmente, otra opción sería la implementación de “Contratos por Diferencia”. Es un programa que busca incentivar la inversión privada para la producción y el uso de combustibles escalables de emisiones nulas (SZEF), debido a los altos costes que aún tienen estas tecnologías. De ahí que el principal objetivo de este programa sea reducir lo antes posible la brecha entre las tecnologías antiguas y las nuevas y prometedoras.

Este artículo analiza las repercusiones para el tráfico de contenedores, pero ¿qué ocurre con las autopistas del mar, los automóviles, los graneles líquidos, los cruceros y otros? El CENIT llevará a cabo nuevas investigaciones para estudiar las repercusiones en los distintos sectores marítimos.