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Corea, nuevo polo marítimo, económico y cultural

La transformación extraordinaria de la economía coreana también abarca el sector marítimo. La empresa Hyundai Merchant Marine Co. Ltd. está consolidada en el octavo lugar del top 10 mundial con un 3,1% del mercado global de contenedores. El puerto de Busan es el sexto del mundo en tráfico de contenedores. Analizamos el ‘milagro’ coreano. La nueva periferia reta por tierra, mar, aire y pantalla a los imperios occidentales.

Publicado el 17.05.2023

Jordi Torrent es el Director de Estrategia del Port de Barcelona.

Corea es uno de los países más exportadores del mundo y la construcción naval, automoción o entretenimiento sus pilares. (Kim Yong Wii)

Corea (Corea del Sur) es un país de unos 51 millones de habitantes, poco más que España, y que cuenta con un PIB per cápita ligeramente superior al español.

La evolución de su economía en los últimos cincuenta años ha sido espectacular. Ha pasado de ser un país eminentemente agrícola y de los más pobres del planeta después de la guerra de Corea, acabada en 1953, a una de las potencias industriales y culturales más importantes del mundo. Este salto cualitativo casi sin precedentes se aceleró con la entrada del nuevo milenio.

Asia y Corea, en el centro del mundo

El “milagro” coreano se ha producido en paralelo al de otros muchos países asiáticos (China, Taiwán incluida, Japón anteriormente, Singapur y más recientemente Malasia, Indonesia, Vietnam y la India en menor medida). En ninguna parte, sin embargo, como en Corea (con la excepción  también de Japón, anteriormente) esta transformación ha generado una industria capaz de competir internacionalmente con las principales marcas occidentales más avanzadas de los sectores de la automoción, la electrónica y el entretenimiento. 

La del entretenimiento es la industria coreana probablemente más influyente del planeta. (Jeon Han)

El milagro coreano no se puede desvincular de la cruenta guerra de Corea entre 1950 y 1953, una de las más mortíferas de la historia en cuanto al número de víctimas en relación con la población total afectada. Los cálculos más fiables sitúan el número de muertes en torno a los 3 millones de personas, la mayoría civiles. 

En lo que se refiere a Corea del norte, se calcula que un 12% de su población murió durante los tres sangrientos años de la guerra en la que los coreanos del sur y norte, EE.UU. y China (y la URSS en menor medida) se enfrentaron en el campo de batalla coreano. El conflicto acabó sin un acuerdo de paz, así que las dos Coreas siguen técnicamente en guerra.

La ayuda posterior de EE. UU. y Japón a Corea fue uno de los embriones de la transformación coreana. Hubo, sin embargo, muchos otros y más determinantes.

Por ejemplo: 

  • La apuesta por las exportaciones como motor de la economía
  • La inversión elevada en el establecimiento de un exigente sistema educativo
  • El consenso entre gobernantes y gobernados sobre la importancia capital de la educación en el progreso colectivo e individual
  • Fuerte apoyo público a la industria pesada y a la creación de grandes conglomerados industriales
  • Una política económica fuertemente centralizada, planificada y visionaria
  • Financiación pública moderada
  • Capacidad de adaptación de la sociedad a la globalización
  • Una cultura laboral extraordinaria que genera una productividad también extraordinaria
  • Elevados niveles de ahorro y de inversión pública

El milagro coreano fue protagonizado inicialmente por los “chaebols”, los grandes conglomerados industriales originariamente de tipo familiar, a los cuales los gobiernos coreanos confiaron el despegue de la economía a través de las exportaciones. 

Todos estos factores y muchos otros pusieron las bases para el crecimiento económico del país, que se inicia al final de la guerra, se acelera a partir de los 70 y 80 y coge velocidad de crucero con el cambio de milenio.

Corea ha pasado de ser un país eminentemente agrícola a una de las potencias globales industriales y culturales. (Korea.net)

En el sector naval  es donde la progresión coreana ha sido más espectacular, ya que el 32% de la flota mercante mundial se construye actualmente en el país

De la industria pesada al entretenimiento, pasando por las exportaciones

El despegue de la economía coreana se asienta inicialmente en la industria pesada: acero y construcción naval son dos de los grandes referentes de esta época, sectores a los cuales se añade enseguida el químico. Se podría decir que este periodo concluye simbólicamente con los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988. Corea pasaba a formar parte “oficialmente” del mundo desarrollado. 

Corea se había convertido en una potencia industrial global. En el sector naval, una industria estratégica para cualquier país, es donde la progresión fue  más espectacular. Según datos del Review of Maritime Transport, el 32% de la flota mercante mundial se construye actualmente en el país. Entre sus astilleros encontramos empresas de construcción de barcos en el top 10 mundial: Hyundai Heavy Industries, Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering, STX Offshore & Shipbuilding y Samsung Heavy Industries. 

La crisis financiera asiática de los noventa hizo tambalear el crecimiento robusto de la economía coreana, pero acabó saliendo bastante bien gracias, de nuevo, a la fuerte inversión pública, a la educación, la cultura del trabajo y una mayor liberalización y diversificación de la economía. Aun así, una de las grandes víctimas de la crisis financiera fue precisamente una empresa coreana, la naviera Hanjin, que entró en quiebra.

Pero para compensar esta pérdida, en 2021, la industria naviera surcoreana crea la K-Alliance, formada por HMM, SM Line, Pan Ocean y las recientemente fusionadas Sinokor Merchant Marine y Heung-A Line, alianza que debería mejorar su competitividad en el mercado asiático. De hecho, a pesar de que está lejos de los números de las cuatro grandes navieras a nivel mundial (MSC, Maersk, CMA-CGM y Cosco), Hyundai Merchant Marine Co. Ltd. está consolidada en el octavo lugar del top 10 mundial, con un 3,1% del mercado global de contenedores.

Hyundai Merchant Marine Co. Ltd. tiene el 3,1% de la cuota del mercado global de contenedores. (HMM)

Con el cambio de milenio, la automoción y la electrónica se convierten en nuevos motores de la economía y de las exportaciones coreanas conjuntamente con la industria pesada. Samsung, Hyundai y Kia son los máximos exponentes de esta nueva etapa y multitud de otras empresas más pequeñas que, posteriormente, compiten eficazmente en los mercados globales de sectores muy diversos: cosmética, alimentación, textil, etc.

Corea se había convertido en uno de los países más exportadores del mundo. En el Port de Barcelona, por ejemplo, las importaciones del país asiático crecían sin cesar. En este sentido, las cifras de los años 2022 y 2023 son ilustrativas de esta evolución, casi sin precedentes. En tráfico de descarga (por lo tanto exportaciones de Corea hacia España), figura en la sexta posición de la lista de orígenes internacionales de tráficos de contenedores del Port de Barcelona.

Ocuparía la primera posición de la lista si esta se basara en el número de contenedores exportados por habitante, puesto que por delante figuran solo cinco países con mucha más población, como por ejemplo China, Estados Unidos, Turquía, India y Vietnam. El primer cuatrimestre de 2023 las importaciones de Corea a través del Port de Barcelona lograron 7.270 TEUS llenos, un aumento del 32,4% respecto a 2022.

Como consecuencia de esta actividad, con 22,7 millones de TEUS en 2021, Busan se consolida como sexto puerto mundial en tráfico de contenedores, solo superado por puertos chinos y por Singapur. Que la única frontera terrestre de Corea del Sur sea precisamente con Corea del Norte ha permitido un rápido desarrollo de la actividad portuaria para canalizar exportaciones e importaciones.

Con el nuevo milenio también se consolida y crece como la espuma la industria coreana probablemente más influyente en el planeta: la del entretenimiento. Como había pasado en otros sectores, la confluencia de factores como la cultura y productividad del trabajo, la capacidad de adaptación constante de la sociedad a la globalización, la eficaz planificación estatal, la colaboración público-privada, la financiación económica, etc. son algunos de los elementos que ayudan a entender porque a medida que avanza el nuevo milenio las producciones culturales coreanas triunfan más allá de sus fronteras. 

Hyundai es uno de los motores económicos de Corea del Sur. (Kim Yong Wii)

Primero en Asia Oriental y posteriormente en todo el mundo. El proceso culmina finalmente con los éxitos inéditos logrados por producciones coreanas en Occidente: la película Parásitos es la primera de habla no inglesa en ganar el Óscar a la mejor película; el Juego del Calamar se convierte en la serie más vista de la historia; y BTS en el primer grupo de música de habla no inglesa o española que lidera simultáneamente varias listas de éxitos en EE. UU. y en los principales países europeos. 

Corea había completado así una transformación sin precedentes: de país pobre agrícola a referente cultural global.

Amenazas en el horizonte

Ahora bien, este éxito sin precedentes está actualmente amenazado.

Principalmente, por cuatro factores:

  1. La bajada muy acusada del índice de natalidad.
  2. El incremento del precio de la vivienda 
  3. Y de los costes educativos.
  4. La presencia amenazante en el norte de un vecino con armas nucleares.

Efectivamente, Corea tiene el índice de natalidad más bajo del mundo con mucha diferencia. Los últimos datos lo situaban en 0,7 nacimientos por mujer, lejos del segundo por del ranking, por encima del 1. 

El precio de la vivienda, especialmente en el área metropolitana de Seúl,  un caso único en el mundo de concentración de población en la capital de un gran país, ha logrado niveles estratosféricos como otras mega-urbes asiáticas. 

Los costes de la educación también se han disparado. La competencia desorbitada que se ha establecido para dotar a los hijos e hijas de la mejor educación posible ha hecho que las familias tengan que dedicar buena parte de sus ingresos a la educación complementaria: academias, clases de refuerzo, profesores particulares, etc. 

Finalmente, la existencia de una potencia nuclear como es Corea del Norte, caracterizada por un gobierno opaco, misterioso e imprevisible, es una espada de Damocles muy peligrosa.

Esperamos, aún así, que como ya han hecho en otras ocasiones en el pasado, Corea, sus gobernantes y su población consigan superar estos retos complejos.