El suministro de materias primas críticas: un reto para Europa
Los ambiciosos planes de Europa de lograr una transformación verde y digital dependen de su capacidad para aprovisionarse de determinadas materias primas esenciales para el desarrollo de sectores estratégicos. Desgraciadamente, en muchos casos, la UE depende de las importaciones para disponer de estas materias primas críticas (critical raw materials, CRM). Para garantizar su disponibilidad, el pasado mes de marzo la UE propuso un nuevo Reglamento que garantice su suministro futuro. El objetivo es introducir a Europa en las cadenas de suministro de estos productos y reducir nuestra dependencia.
Carles Rúa es Jefe de Innovación del Port de Barcelona y Director del Máster Executive en Supply Chain Management de la UPC.
Este 2023, la Unión Europa ha publicado el estudio prospectivo “Supply chain analysis and material demand forecast in strategic technologies and sectors in the EU – A foresight study”. Elaborado por el Joint Research Centre, analiza las cadenas de valor asociadas a quince tecnologías clave vinculadas con cinco sectores estratégicos para la UE: renovables, electromovilidad, industrial, digital y espacio/defensa.
Las principales conclusiones son que estas quince tecnologías precisan de forma extensiva de un conjunto de 34 materias primas que pueden ser consideradas críticas o fundamentales para el desarrollo tecnológico europeo y cuyo suministro debe garantizarse.
Como ejemplos, el litio, el cobalto, el grafito y el níquel se utilizan para producir las baterías que mayoritariamente utilizan productos electrónicos o vehículos eléctricos; el galio se usa en los paneles solares; el boro bruto se emplea en las tecnologías eólicas; el titanio y el wolframio, en los sectores espacial y de la defensa.
Dependencia en la demanda de materias primas
Los objetivos de crecimiento europeos forzarán un aumento inaudito de la demanda de estas materias primas críticas. Por ejemplo, de cara al 2050 la demanda europea de níquel, litio o grafito se multiplicará por 16, 21 y 26 respecto a sus valores actuales respectivamente.
Esta demanda, por otra parte, no sólo crecerá en la UE sino que lo hará de forma global: el resto de países competirán con Europa por disponer de fuentes adecuadas de suministro para estas materias. Y con el agravante de que se trata de productos de los que Europa depende muy especialmente de las importaciones de terceros países, en particular de China, lo que representa un grave riesgo de suministro estratégico.
Esta dependencia no sólo se da en la fase de extracción del producto, si no que se puede producir en diversas etapas de su cadena de valor como el refino, el proceso o el montaje final. De hecho, en algunos casos, como por ejemplo la producción de chips o de paneles fotovoltaicos, la dependencia de terceros países se extiende a todas las etapas de la cadena de valor.
Un factor de riesgo añadido es que, para algunas de estas materias primas, generar la oferta puede ser un proceso muy lento: identificar nuevos yacimientos, obtener los permisos necesarios para iniciar la explotación de una nueva mina o aumentar su capacidad puede llevar años.
En el ámbito geopolítico, el riesgo de disrupciones en las cadenas de suministro de estas materias primas críticas es alto, lo que pondría en jaque a los sectores estratégicos motores del desarrollo europeo y, por tanto, del crecimiento y la sostenibilidad del continente. Por ello, es necesario tomar medidas para mitigar su impacto.
El estudio recomienda desarrollar iniciativas en cuatro ámbitos diferenciados:
- Diversificar el suministro de materiales y establecer acuerdos a largo plazo con sus proveedores.
- Aumentar la capacidad de fabricación de componentes en la UE.
- Mejorar la circularidad de estos productos, su reciclaje y su reutilización.
- Buscar la sustitución y soluciones alternativas allí donde sea posible.
¿Cómo defiende Europa el suministro de las materias primas críticas?
Con el objetivo de disponer de unas cadenas de suministro resilientes para estas materias primas fundamentales, el pasado 16 de marzo la Comisión publicó el Comunicado “A secure and sustainable supply of critical raw materials in support of the Twin” junto con una propuesta de Reglamento para reducir su enorme dependencia.
Este reglamento identifica 34 materias primas críticas o fundamentales para la UE y establece un conjunto de iniciativas para garantizar el suministro de estas CRM basadas en tres pilares:
Primero: desarrollar la cadena de valor para las materias primas críticas en la UE. Para ello, la UE ha establecido una lista de 34 materias primas críticas, actualizando la lista que se manejaba hasta este momento, y, extraídas de esta, ha establecido una segunda lista de 16 materias primas estratégicas (strategic raw materials, SRM).
Materias primas estratégicas
- Bismuto
- Boro - grado metalúrgico
- Cobalto
- Cobre
- Galio
- Germanio
- Litio - grado de batería
- Magnesio metálico
- Manganeso - grado de batería
- Grafito natural - grado de batería
- Níquel - grado de batería
- Metales del grupo del platino
- Elementos de tierras raras para imanes (Nd, Pr, Tb, Dy, Gd, Sm y Ce)
- Silicio matálico
- Titanio metálico
- Tungsteno
Lista de materias primas estratégicas para la UE, según la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un marco para garantizar un suministro seguro y sostenible de materias primas críticas y se modifican los Reglamentos (UE) 168/2013, (UE) 2018/858, 2018/1724 y (UE) 2019/1020
Este subconjunto de materias primas estratégicas se determina en función de lo relevantes que son para la transición verde y digital europea, así como para las aplicaciones espaciales y de defensa, teniendo en cuenta la cantidad de tecnologías clasificadas como estratégicas que la utilizan como insumo, la cantidad de materia prima necesaria para la fabricación de tecnologías estratégicas relevantes, y la demanda global esperada de dichas tecnologías.
Se han establecido cuatro importantes objetivos para estas SRM de cara al 2030:
- Que al menos el 10% de la producción de SRM se realice dentro de la propia UE, siempre que existan reservas interiores de dichas materias.
- Que al menos el 40% del procesado y refino de estas materias estratégicas se realice en la UE.
- Que al menos el 15% de las SRM que Europa necesita se obtenga por reciclaje y reutilización de las mismas.
- Que menos del 65% del consumo anual para cada una de estas materias proceda de un único país productor, en cada una de las diferentes etapas críticas de su proceso.
Si Europa quiere desarrollar sus políticas de sostenibilidad y digitalización deberá garantizar el aprovisionamiento seguro, sostenible y asequible de Materias Primas Críticas
Para que Europa pueda desarrollar estas cadenas de valor y cumplir estos objetivos deberá invertir más en investigación, innovación y formación tanto en Europa como en los países con los que se establezcan acuerdos de colaboración.
Europa deberá:
- Formar a los profesionales del sector (geólogos, ingenieros, mineros, etc.)
- Potenciar la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías en el ámbito de los nuevos materiales y financiar, mediante el programa Horizon Europe, proyectos vinculados a la detección, extracción, proceso, reutilización, reciclaje y recuperación de los CRM.
- Facilitar la financiación de las inversiones en tanto la aportación privada no será suficiente y por ello deberá trabajar con el Banco Europeo de Inversiones (EIB) y otros mecanismos del programa InvestEU.
- Facilitar la creación de cadenas de aprovisionamiento resilientes reduciendo los trámites burocráticos (por ejemplo los asociados a los permisos para la extracción)
- Mantener un mayor control sobre las cadenas logísticas (por ejemplo mediante auditorías o tests a las empresas productoras o coordinando lo estocs de materiales críticos entre los estados miembros)
- Garantizar la sostenibilidad de los procesos vinculados con estas materias, estableciendo una lista de prácticas para que las actividades de extracción y proceso de CRM sean consideradas sostenibles en el marco de la Taxonomy Regulation (y por tanto susceptibles de financiación y préstamos europeos).
Segundo: acelerar la diversificación de las fuentes de aprovisionamiento estableciendo acuerdos globales con los países productores puesto que Europa continuará en un futuro dependiendo básicamente de las importaciones.
En este sentido, la UE propone la creación de un Critical Raw Materials Club, con los principales socios internacionales. Funcionaría de forma similar a los principales grupos intergubernamentales existentes como el G7, el G20 y la Agencia Internacional de la Energía.
Pero, aunque actualmente la UE cuenta con la mayor red de acuerdos comerciales del mundo, también deberá potenciar nuevos acuerdos con terceros países, ya sean de forma multilateral o bilateral.
En este sentido, Europa se propone una auténtica integración de las cadenas de valor con sus socios productores, incluyendo la cooperación, la identificación de proyectos estratégicos que sean beneficiosos para ambas partes y ayudando a estos terceros países con proyectos concretos de infraestructura y conectividad.
Tercero: promover la circularidad y el aprovisionamiento sostenible estableciendo estándares de extracción y producción que sean sostenibles y cumplan con los principios ESG (Environmental, Social, Governance). En este sentido los acuerdos internacionales que se establezcan en el proceso de diversificación deberán tener en cuenta la sostenibilidad de las cadenas internacionales.
Así mismo, en la actualidad, las ratios de reciclaje de los CRM son muy bajos y es necesario aumentarlos. En este punto también es importante incluir a terceros países a través de acuerdos estratégicos que faciliten la importación de desechos reciclados o modificar la legislación de diferentes sectores industriales para que tengan en cuenta la recuperación y el reciclaje una vez terminada la vida útil de los productos que utilizan estos CRM.
En resumen, si Europa quiere desarrollar sus políticas de sostenibilidad y digitalización, deberá garantizar el aprovisionamiento seguro, sostenible y asequible de Materias Primas Críticas. Esto sólo será posible mediante un conjunto de iniciativas, tanto internas de la UE como con terceros países que abarquen toda la cadena de valor vinculada con estas CRM.
Ejemplos de materias primas fundamentales
El litio
El litio es un metal alcalino, ligero y suave, de color blanco plateado, altamente reactivo debido a su baja densidad y tendencia a perder electrones, propiedad que le hace idóneo para la fabricación de baterías, su uso más conocido y extendido (fabricación de baterías recargables que se utilizan en dispositivos electrónicos, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, tabletas y vehículos eléctricos).
Pero también se usa en la producción de cerámicas y vidrios, en la producción de lubricantes de alta temperatura, aleaciones metálicas ligeras, agentes de secado para aire acondicionado y sistemas de refrigeración, y en la fabricación de medicamentos y tratamiento de trastornos psiquiátricos.
Precisamente, su demanda ha aumentado de forma importante en los últimos años debido al crecimiento de la industria de los vehículos eléctricos y la demanda de baterías recargables. De hecho, según World Energy Trade, la demanda de este metal se multiplicará por 25 en 2050.
¿Qué retos tiene Europa con el litio? Se estima que la producción mundial en 2022 fue de unas 130.000 tn de las cuales 61.000 se extrajeron en Australia, 39.000 en Chile y 19.000 en China. Tres países concentran, por tanto, más del 91% de la oferta mundial de este mineral. Por lo que respecta a las reservas globales, se estima que más del 75% de las mismas se encuentra en el llamado Triángulo del Litio entre Chile, Bolivia y Argentina.
Las tierras raras
Las tierras raras son el nombre común que se da a 17 elementos químicos: escandio, itrio y los 15 elementos del grupo de los lantánidos. Se subdividen en tierras raras ligeras (LREEs por sus siglas en inglés) que incluyen: lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio y samario y en tierras raras pesadas (HREEs por sus siglas en inglés) incluyen: europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio.
Dadas sus propiedades magnéticas, eléctricas y lumínicas, son componentes importantes en dispositivos de alta tecnología: teléfonos móviles, baterías, aerogeneradores, vehículos eléctricos, láseres, radares, misiles guiados, pantallas LCD, imanes, catalizadores cerámicos, equipos médicos de resonancia magnética, micrófonos, audífonos, cilindros de control de reactores nucleares, fibra óptica...
A pesar de su nombre, no son productos que escaseen en la corteza terrestre. Muchos de ellos son bastante comunes y se encuentran en multitud de rocas en forma de óxidos. El problema es que se hallan en proporciones ínfimas y su baja concentración hace extremadamente compleja, costosa y contaminante su extracción, procesado y separación.
De hecho, han sido utilizadas como armas económicas en varias ocasiones: en 2010, China restringió su exportación a Japón por una disputa territorial y, en 2019, las usó como arma política en su guerra comercial con Estados Unidos.
La producción de tierras raras se elevó a unas 300.000 toneladas en 2022 en todo el mundo. De estas, unas 210.000 tn se extrajeron en China (el 70% del total), seguido de unas 43.000 en Estados Unidos (el 14%) y 18.000 tn en Australia (el 6%).
Por lo que respecta a las cifras de las reservas mundiales en 2022, se estiman en unos 130 millones de toneladas de óxidos de tierras raras, de los cuales, 44 millones se encuentran en China, 22 millones en Vietnam, 21 millones en Brasil y 21 millones en Rusia. Así, entre cuatro países suman el 83% de las reservas mundiales conocidas.
El cobalto
La producción de cobalto ha incrementado significativamente en los últimos años: de las 142.000 toneladas producidas en 2020 se ha pasado a las 165.000 en 2021 y a 190.000 en 2022.
El cobalto es, junto al litio y al grafito, un material clave en la industria de las baterías de iones de litio. Pero también se usa en la industria aeroespacial por sus propiedades mecánicas, en la industria química como catalizador, en medicina, en la industria del vidrio, en la producción de aceros de alta resistencia y herramientas de corte e incluso en joyería.
El principal productor mundial, con 130.000 toneladas en 2022, es la República Democrática del Congo (RDC), el 68% de la producción mundial. El resto queda repartido entre múltiples países como Indonesia, Rusia, Australia o Filipinas. Sin embargo, hay que destacar que el 70% de las minas de la RDC son propiedad de China y suministran exclusivamente a refinerías chinas. Por lo que respecta a las reservas mundiales conocidas, el 48% del total de 8,3 millones de toneladas se halla en la RDC y el 18% en Australia.