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Reparto de última milla: el reto de ser más eficiente y sostenible

El ecommerce aumentó un 19% en 2020 y las proyecciones indican que el crecimiento seguirá y presionará aún más a una cadena de suministro tensionada por varios acontecimientos globales. Esta demanda requiere de soluciones innovadoras en su modelo de gestión y transporte, muchas de las cuales ya están en marcha.

Publicado el 13.04.2022
En materia de movilidad, empiezan a proliferar varios proyectos que buscan una mayor eficiencia y optimización de los vehículos y robots de reparto de última milla. (GettyImages)

El ecommerce y el reparto de última milla

Última milla es el término que define la entrega de paquetería que se efectúa en la última fase del trayecto, normalmente desde el almacén hasta su destino final. Sin embargo, el crecimiento imparable de las compras en línea -ecommerce- provoca que haya que replantear la gestión del transporte destinado a este uso hacia un modelo más sostenible. 

Solo en Catalunya se realizan 80 millones de compras online al año, registrando un incremento del 28% en los dos últimos años. El 84% de los productos adquiridos se reciben a domicilio, según datos de la consejería d’Empresa i Treball. En total, representan 66 millones de desplazamientos anuales por entregas a domicilio, de los que el 11% requieren una segunda visita por la ausencia del destinatario.

Para evitar determinadas ineficiencias, como por ejemplo el retorno excesivo de paquetes, Guillermo Solina, investigador del CENIT y doctorando de movilidad del Port de Barcelona, propone, entre otras soluciones, “la regulación del ecommerce mediante políticas de tasación de la distribución urbana de mercancía”, que también mejorarían “las entregas fallidas haciendo hubs de recogida de paquetería”, apunta.

En esta dirección, la Generalitat de Catalunya regulará la última milla del comercio en línea con el fin de reducir su impacto ambiental y de incrementar la seguridad jurídica para conceptos como las dark stores. Está previsto que el proyecto de ley llegue al parlamento catalán en verano de 2023 y entre en vigor a finales de ese mismo año.

“Es necesaria una colaboración público-privada para fomentar la mejora de la movilidad urbana en temas de congestión y de calidad del aire y para optimizar los recorridos, imponiendo el uso de vehículos de cero emisiones”,  agrega Solina.

Para el experto en movilidad, también debería promoverse la digitalización y la compartición de datos para poder optimizar la distribución de la última milla. Propone soluciones como convertir espacios públicos como las estaciones de tren en hubs de entrega de paquetes o utilizar el mismo transporte público para hacer la distribución.

Optimización y gestión del reparto gracias a las tecnologías 

Sin embargo, el auge del ecommerce no es el único responsable de la presión a la que está sometida la distribución de última milla. La pandemia, la escasez de materias primas, el incremento del precio de los fletes…estas disrupciones globales solo hacen que confirmar la necesidad de reconfigurar el modelo actual. 

Tecnologías como la Inteligencia Artificial, como la que emplea la startup Hedyla, que ha creado un software para optimizar las rutas y otros parámetros relacionados con el transporte de mercancías, contribuyen a acelerar este cambio de paradigma.

Su software permite ahorrar el 90% del tiempo de planificación de las entregas o el 30% del tiempo de ejecución de las rutas. (Hedyla)

“La digitalización de la operativa genera muchos datos, pero son pocas las empresas que realmente pueden utilizarlos para la toma de decisiones, ya que el análisis manual de los mismos no es simple y se requieren soluciones más avanzadas. Existe un cambio de tendencia muy claro, cada vez se valora más disponer de herramientas que te permitan automatizar procesos costosos y con una rápida capacidad de adaptación”, remarca Andreu Araque Pascual, su CEO  y cofundador.

Añade que el modelo tradicional se basa habitualmente en escenarios estáticos y puede funcionar bien en entornos con pocos cambios. No obstante, las variaciones drásticas en la demanda vividas recientemente, como los cambios en la regulación, “complican muchísimo mantener esta forma de funcionar”.

Araque Pascual opina que el regulatorio no es el único cambio que experimentará la logística de última milla. “No es un tema sencillo, así que probablemente diferentes ciudades probarán un modelo distinto y con el tiempo los más exitosos se consolidarán”.

Entre sus clientes se encuentran grandes distribuidores y transportistas españoles, a los que su software les permite ahorrar el 90% del tiempo de planificación de las entregas, el 30% del tiempo de ejecución de las rutas, a reducir la huella de carbono en un 30% y a ahorrar el 20% de los costes logísticos.

Desde Hedyla vislumbran un modelo colaborativo para la logística del futuro. “Compartir recursos, servicios y operaciones entre actores, sean o no competidores, disminuirá costes, mejorará el servicio logístico y reducirá el impacto de la distribución urbana en las ciudades: ruido, congestión, contaminación, etc.”, afirma el emprendedor.

El auge del ecommerce no es el único responsable de la presión a la que está sometida la distribución de última milla. Las disrupciones globales también confirman la necesidad de reconfigurar el modelo actual

Las soluciones de última milla: vehículos eléctricos ¿y autónomos?

En materia de movilidad, empiezan a proliferar varios proyectos que buscan una mayor eficiencia y optimización de los vehículos y robots de reparto de última milla basados en dos tecnologías:

  • Vehículos eléctricos

El pasado mes de marzo, la británica Arrival presentó en el Port de Barcelona su furgoneta eléctrica cero emisiones. “Se ha diseñado específicamente para satisfacer las necesidades de los operadores de flotas y acelerar la transición comercial a los vehículos eléctricos”, explica Andrea Finardi, director comercial para el sur de Europa.

En su diseño, se han tomado en consideración varios factores, sobre todo maximizar el volumen de carga para incrementar la eficiencia del espacio, de ahí que su forma sea más cuadrada que rectangular, y el bienestar de los conductores.

“La investigación desempeña un papel muy importante en el diseño de nuestros vehículos. En las interacciones iniciales con nuestros conductores hicimos muchas entrevistas para entender cómo utilizan el vehículo en su día a día, ya que realizan acciones muy repetitivas y entran y salen constantemente del vehículo”, precisa.

Más allá de la neutralidad en emisiones que ofrece la movilidad eléctrica, la solución de Arrival, que empezará a producirse este año, cuenta con varios añadidos, como un diseño modular que reduce las necesidades de mantenimiento y reparación, una pantalla táctil interactiva de 16" que reúne todas las funciones del conductor en un solo lugar y una cabina racionalizada con un asiento optimizado para la entrada y salida del conductor.

“Sean cuales sean los requisitos de una flota, tenemos un producto que satisfará esa demanda. Realmente, no existe ninguna razón para que una empresa no opte por una flota eléctrica”, concluye Finardi.

  • Vehículos y robots autónomos

Varios proyectos se encuentran actualmente en desarrollo en varias partes del mundo. En España, un equipo de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), CARNET y sus socios industriales, coordinados por el Instituto de Robótica e Informática Industrial (IRI), han diseñado y fabricado un prototipo de robot autónomo de entrega (Autonomous Delivery Device -ADD-) para automatizar la logística de última milla.

Varios proyectos de vehículos y robots autónomos se encuentran actualmente en desarrollo en varias partes del mundo. (UPC)

El vehículo autónomo circula a un máximo de 20 km/h, tiene unas medidas de 170 cm x 110 cm x 100 cm, lleva seis ruedas y puede subir o bajar escalones de hasta 20 cm de altura.

“El despliegue de vehículos autónomos comportaría una reasignación importante de los costes del transportista y haría el servicio más económico y eficiente que con vehículos convencionales. De hecho, estos vehículos pueden funcionar en horas bajas o incluso en periodo nocturno, cuando hay menos congestión”, afirman desde la web de la UPC.

El vehículo ya se ha probado en Esplugues de Llobregat, Barcelona, en un piloto que también viajará a Hamburgo y Debrecen (Hungría). Una vez terminados los ensayos en circuito cerrado, se probará en un entorno real de aquí a unos meses.

“La opción más factible, bajo mi punto de vista, es la incorporación del vehículo eléctrico al tratarse de una tecnología mucho más avanzada. El vehículo autónomo necesita de una infraestructura y una conectividad 5G que todavía no está disponible”, valora Solina.

La última milla y los puertos

Para Araque Pascual, la presión en las terminales portuarias provocada por el crecimiento del tráfico es una realidad a la que se enfrentan muchos puertos. Una forma de hacer frente a esta presión es incorporar innovaciones tecnológicas que permitan que la infraestructura disponible sea más productiva, además de la inversión en la mejora de la misma.

“Los puertos no dejan de ser un nodo intermodal que conecta el transporte interno con el internacional y con una operativa similar en muchos sentidos a la que se puede realizar en un almacén. En este sentido, hay muchos procesos en los que nuestras soluciones pueden aplicarse, como la optimización de nodos logísticos que permite redefinir aquellos por los que cada artículo debería pasar desde su fabricación hasta que llega al cliente final”, asegura.

La mayor flota de vehículos propulsados con energía limpia del mundo ya está en funcionamiento en el puerto de Tianjin, China. Esta flota consta de 75 robots de inteligencia artificial eléctrica (ART), 31 camiones autónomos eléctricos, 50 camiones eléctricos y 30 camiones con pila de combustible de hidrógeno.

En comparación con una flota de combustible que tiene la misma capacidad, la operación de esta flota de energía limpia reducirá el consumo de combustible en 279 toneladas y las emisiones de carbono en 865 toneladas al mes. 

En lo que se refiere al Port de Barcelona, Solina dice que al estar integrado dentro de la trama urbana de la ciudad, tiene posibilidad de ofrecer servicios de distribución de última milla para determinadas mercancías que pasen por el propio territorio portuario. 

“El reto principal es la logística que implica el ecommerce, como la identificación de los contenedores que llevan los elementos destinados a la última milla, la desconsolidación de estos contenedores dentro del puerto,  encontrar el espacio donde realizar estas actividades, y la distribución final”, concluye.