Temas

A

Buscar

Corredores verdes marítimos: ¿qué propone la Declaración de Clydebank?

La transición hacia un sector marítimo más limpio y sostenible requiere de acciones conjuntas y muchos compromisos. Transformar buques e infraestructuras para lograr un sistema más eficiente y alinear el sector con los objetivos del Acuerdo de París ha dejado de ser una opción para convertirse en una obligación. Para fomentar este cambio y apoyar el desarrollo de combustibles y soluciones limpias, varios países firmaron la Declaración de Clydebank durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) para promover la creación de corredores verdes marítimos.

Publicado el 07.01.2022
La Declaración de Clydebank pretende crear corredores marítimos verdes, libres de emisiones de gases de efecto invernadero, entre dos o más puertos del mundo. (GettyImages)

La Declaración de Clydebank es un conjunto de intenciones para favorecer la creación de corredores marítimos verdes gracias a la cooperación entre países, por un lado, y entre países y los diferentes agentes del sector, por el otro. Su principal objetivo es reducir el impacto medioambiental de las actividades marítimas en todo el mundo. 

¿Y cómo piensa lograrlo? Incentivando la creación de corredores marítimos ecológicos, libres de emisiones de gases de efecto invernadero, entre dos o más puertos de todo el mundo. Hasta el momento, un total de 22 países se han adherido a la declaración. 

El porqué está cada vez más claro: de acuerdo con el ‘Cuarto estudio de la OMI sobre gases de efecto invernadero’, el sector emitió más de mil millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) y otros gases contaminantes en el año 2018, y todo parece indicar que la cifra seguirá subiendo si no se toman medidas. Ello a pesar de que entre 2008 y 2018 las emisiones absolutas de gases de efecto invernadero en el transporte marítimo internacional disminuyeron alrededor de un 7%  mientras que el tráfico marítimo creció un 40%. Ello representa el 2% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano.

Se ha producido, pues, una clara mejora en la intensidad de emisiones de carbono del transporte marítimo (emisiones de carbono por unidad de transporte, en t x milla) que en 2018 fue aproximadamente un 30% menor que en 2008. Sin embargo, estas mejoras energéticas no serán suficientes para lograr el objetivo de la OMI de reducir las emisiones absolutas un 50% en 2050 si no se desarrollan tecnologías con cero emisiones. 

Las conclusiones de otros documentos recientes, como el Sexto Informe del Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (IPCC), llaman también acelerar la descarbonización. En este caso, se señala que es ya inevitable que las temperaturas medias alcancen una subida de 1,5 °C con respecto al siglo XIX en las próximas dos décadas. Si las emisiones siguen aumentando, la temperatura podrá subir hasta 4,5 °C en 2100. 

Muchas de las consecuencias del cambio climático se notarán en los mares. De acuerdo con el informe del IPCC, el Ártico y el Mediterráneo estarán entre las regiones más afectadas. Por ello, cada vez existe más interés en empezar a encontrar soluciones desde el propio sector del mar. 

El principal objetivo de la Declaración de Clydebank es establecer al menos seis corredores verdes ecológicos entre dos o más puertos para mediados de este siglo y aumentar este número durante los próximos años

Seis corredores a mediados de siglo 

El principal objetivo de la Declaración de Clydebank (una declaración de intenciones no vinculante) es establecer al menos seis corredores verdes ecológicos entre dos o más puertos para mediados de este siglo y aumentar este número durante los próximos años. 

Para los operadores, participar es voluntario, y además no es obligatorio que todas las embarcaciones sean de cero emisiones para transitar por un corredor verde. Se estipuló por escrito, también, la voluntad de evaluar los objetivos alcanzados en 2025. 

Para conseguir crear estos corredores más sostenibles, se espera que los países signatarios fomenten la creación de alianzas entre los estados, los puertos, las empresas y todos los operadores que trabajan a lo largo de toda la cadena de valor. Solo de este modo es posible acelerar la descarbonización en el sector. 

Hasta la fecha, 22 países han firmado la Declaración de Clydebank. (COP26)

“La Declaración de Clydebank propone facilitar el establecimiento de alianzas en las que participen los distintos agentes involucrados en este proceso”, señalan desde la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE). “Iniciativas como ésta sirven para sensibilizar e involucrar a todos los actores implicados y ayudar a acelerar el proceso”.

Los retos, también a nivel técnico

En este contexto, la cooperación y el apoyo a las iniciativas más pioneras en el uso de tecnologías renovables es fundamental. “Las empresas navieras son muy conscientes de que es necesario y urgente evolucionar hacia un transporte marítimo neutro en carbono, algo que solo se podrá lograr con el desarrollo de una nueva generación de tecnologías y combustibles que a día de hoy no existen”, indican desde ANAVE.

De acuerdo con los portavoces de la asociación, las baterías o pilas de combustible para propulsión en rutas muy cortas podrían ser una solución para el establecimiento de un primer corredor verde en pocos años. Además, el gas natural licuado permite eliminar las emisiones de gases contaminantes ya en la actualidad. Y, cuando la oferta esté disponible, los biocombustibles podrían ayudar a reducir la huella de carbono. 

“También existen diferentes medidas de eficiencia energética que las empresas han venido implantando desde hace ya muchos años”, explican. “Estas contribuyen a reducir las emisiones y, no menos importante, el consumo de combustible, una de las principales partidas de coste de las compañías navieras”.

Sin embargo, y tal y como señalan desde ANAVE, una vez se desarrollen nuevas soluciones, surgirán retos todavía mayores: generar energía renovable suficiente para impulsar los buques; crear una nueva infraestructura terrestre para la fabricación, el suministro y el manejo de estos combustibles y desarrollar programas de formación y procedimientos de seguridad completamente nuevos, por ejemplo.

“Una tarea enorme para una industria que depende casi exclusivamente de los combustibles fósiles y compuesta en su mayoría de pequeñas y medianas empresas y sin experiencia en desarrollo tecnológico”, concluyen.

22 candidatos a impulsar los corredores verdes

Hasta la fecha, 22 países de todo el mundo han firmado la Declaración de Clydebank. En la lista están Australia, Estados Unidos, Canadá, Japón, Nueva Zelanda y numerosos países de Europa, entre ellos España. Están también Marruecos, Costa Rica y Chile, los únicos representantes del continente africano y de América Latina. 

Faltan muchos en esta declaración”, señalan desde ANAVE. “El transporte marítimo es un sector internacional, que debe regularse en el ámbito global por la OMI [Organización Marítima Internacional]. Cuántos más estados se involucren en el proceso de la descarbonización, antes se alcanzará el objetivo”. 

Sin embargo, el plan de crear estos corredores verdes no es el único que busca acelerar el desarrollo de nuevas tecnologías y combustibles más responsables con el medioambiente. Otro ejemplo, indican desde ANAVE, es el impulsado por la Cámara Naviera Internacional (ICS, por sus siglas en inglés).  

“Este organismo ha propuesto la creación de un Fondo de I+D dotado con 5.000 millones de dólares y financiado por las compañías navieras mediante una contribución obligatoria por cada tonelada de combustible consumido por los buques”, explican. “Y existen otras iniciativas con el mismo fin. Cada una de ellas contribuirá con su granito de arena para conseguir este objetivo”. 

Para saber más:

España firma la Declaración de Clydebank para la creación de corredores marítimos ‘verdes’

The Next Wave: Green Corridors

Clydebank declaration for green shipping corridors