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La llegada de los drones a los puertos: seguridad, inmediatez y eficiencia

Los drones son una de las grandes novedades en términos de sostenibilidad e innovación, pero ponen a prueba a todos los puertos por la rapidez con la que han llegado. Analizamos el escenario actual con expertos en drones del Puerto de Hamburgo y de Barcelona, y repasamos los principales programas de drones en otros puertos punteros.

Publicado el 17.01.2024
Los drones son ágiles en obtener datos y además permiten abaratar costes. (Sala de control del Port of Antwerp-Bruges /Lennart Verstappen)

Eficacia para los puertos, protección para los trabajadores

La tecnología tiene la capacidad de convertir en realidad hechos que anteriormente eran prácticamente inimaginables. Los drones son una de esas herramientas que ejemplifican el progreso. El sector portuario no sólo no se queda atrás en un avance, sino todo lo contrario: en muchas ocasiones lo lidera. 

Sin embargo, estas aeronaves no tripuladas suponen un reto para la industria debido a la rapidez con la que se han implementado. Pero los expertos coinciden en que los drones aportan dos aspectos clave en el funcionamiento diario del sector portuario: seguridad y eficiencia. 

“Los drones ofrecen inmediatez para llegar a sitios que a veces con medios diferentes es complicado llegar”, asegura el representante del Port de Barcelona en el grupo de trabajo de drones de chainPort, Xavi Valls.

Así lo explica también a PierNext la Global Strategic Networks Officer del Puerto de Hamburgo, Íngrid Boqué: “Utilizamos drones en distintos escenarios, uno de ellos es para llevar a cabo el mantenimiento de puentes de gran magnitud, minimizando así el riesgo para los trabajadores. Estos drones se desplazan por todo el puente capturando imágenes de las áreas que podrían presentar daños, ya sea debido a su deterioro por los años de construcción o por otros motivos”.

Para Boqué, además, los trabajadores son un punto extremadamente importante, ya no sólo porque estas aeronaves les proporcionen más seguridad, sino por la necesidad de educarlos utilizando las nuevas tecnologías.

Sin embargo, más allá de la inmediatez y de la seguridad existen otros elementos clave para entender el éxito de los drones en los puertos. “No sólo es la agilidad para obtener la información, también el abaratamiento de los costes. La unión de estos dos factores hacen que el dron sea una muy buena opción para conseguir datos”, explica Valls.

Teniendo en mente que los drones aportan protección para los trabajadores y eficiencia a la hora de revisar ciertas zonas peligrosas, a largo plazo su uso no sólo se debe asociar a una planificación concreta.  

Actualmente el Puerto de Hamburgo es el que lidera, junto a los puertos de Rotterdam y el de Amberes-Brujas, el uso de los drones en los espacios portuarios. “Amberes y Rotterdam están en una fase mucho más avanzada que otros puertos y vuelan al momento. El dron les permite obtener datos al instante y tenerlos en streaming”, apunta Xavi Valls, del Port de Barcelona.

En el Puerto de Rotterdam, recientemente han recibido autorización para probar el dron que se controla desde el Centro de Mando y Control del Centro de Coordinación Portuaria de la División de Capitanía Marítima. 

La Autoridad Portuaria de Rotterdam quiere implantar una red multidisciplinar de drones en todo el puerto, que se controlará desde un núcleo central. Esto permitirá una conexión en tiempo real entre las imágenes en directo de los drones y la evaluación de la División de Capitanía Marítima. La red de drones también será utilizada para la prevención de incidentes por el Cuerpo Conjunto de Bomberos.

En el puerto de Amberes-Brujas han sido pioneros mundiales lanzando una red de drones, con vuelos diarios, que ofrecen "información en directo" de las actividades portuarias.

Se trata de seis drones autónomos que forna la red "D-Hive drone-in-a-box", que proporcionarán pares de ojos adicionales para ayudar a coordinar unas operaciones fluidas, seguras y sostenibles en un entorno complejo. 

El puerto utiliza los drones para diversas funciones, como la gestión de los muelles, la vigilancia, las inspecciones de infraestructuras, la detección de vertidos y residuos flotantes, y para apoyar a los equipos de seguridad durante los incidentes. Los 18 vuelos diarios de drones BVLOS (Beyond Visual Line of Sight) se controlan a distancia desde un Centro de Mando y Control situado en el corazón del puerto.

Como explica Jacques Vandermeiren, Director General del Puerto de Amberes-Bruges, "Dada la enorme superficie del puerto, los drones nos proporcionan una ventaja a la hora de llevar a cabo nuestras tareas principales como autoridad portuaria. Esta red de drones desempeñará un papel crucial en el ulterior despliegue del gemelo digital del puerto, una copia digital basada en miles de datos procedentes de una red de cámaras, sensores y drones, que ofrece una imagen en tiempo real de lo que ocurre en el puerto cada segundo. Con esto damos un importante paso adelante en el desarrollo de un sistema nervioso totalmente digital que nos ayudará a gestionar nuestro puerto de forma más eficiente y a hacer que el tráfico sea aún más seguro y fluido."

En otros puertos del mundo, como en el de Portland (EE UU), la operativa con dron a la hora de mapear los Sistemas de Información Geográfica ya está normalizada y extendida.

La importancia de la colaboración, también con drones

La velocidad con la que los drones han llegado al sector portuario ha obligado a los agentes a estar atentos al uso de estas aeronaves. “Al final, el dron es un transporte más. Tú lo que tienes que hacer es montar los aparatos que te permiten capturar los datos. Lo más importante es conseguirlos y hacer una buena gestión para transformarlos, sea en analíticas, productos finales, etc.”, desarrolla Xavi Valls, del port de Barcelona.

Sin embargo, como en cada aspecto de sostenibilidad e innovación, la clave es la misma: la colaboración. “En algunos aspectos sí competimos, pero en las áreas de innovación, digitalización y ciberseguridad colaboramos”, contextualiza Boqué, del puerto de Hamburgo, que señala por ejemplo el grupo de trabajo de drones de chainPORT.

Iniciado originalmente por el Puerto de Hamburgo y el Puerto de Los Ángeles, chainPORT es una asociación transnacional entre los principales puertos del mundo. Además de las dos ciudades mencionadas, el puerto también incorpora a Montréal, Panamá, Tánger, Gotemburgo, Rotterdam, Amberes, Barcelona, Felixstowe, Singapur, Shanghái, Shenzhen, Indonesia y Busan. 

“Trabajamos en diferentes aspectos. Miramos cuáles son las diferentes tendencias en el sector de la innovación y a partir de aquí cogemos el liderazgo de estos temas. Al final somos un grupo pequeño. Creemos que al ser puertos líderes a nivel mundial y un grupo reducido, podemos avanzar de una manera más eficaz y mucho más rápida”, desarrolla la Global Strategic Networks Officer del Puerto de Hamburgo.

Boqué destaca que, actualmente, el Puerto de Amberes es uno de los referentes dentro del uso de drones. A día de hoy el puerto belga no sólo los usa para hacer inspecciones, también para gestionar atracaderos o la detección de vertidos de petróleo a deriva. La colaboración en este aspecto ha llegado hace relativamente poco, pero lo más importante es que ahora se están poniendo en común los pasos realizados en el pasado. 

El reto de estar en la misma página

Actualmente, los puertos de Amberes-Brujas, Rotterdam y Hamburgo son los que llevan la voz cantante en lo que se refiere al uso y gestión de los drones en los espacios portuarios.

La colaboración a través de iniciativas como chainPORT habilita que los diferentes agentes estén actualizados y puedan intercambiar información con facilidad. La eficiencia y la seguridad que ofrecen las aeronaves son dos aspectos que generan comunión entre las instituciones. De todas maneras, estas no sólo están alineadas con los beneficios que las aeronaves generan, sino también los retos que implican.

Las regulaciones son una de las grandes barreras que los puertos deben superar para poder estar al día con el uso de los drones. Estas aeronaves llegaron tan rápido al sector que están obligando a trabajar a una gran velocidad a los profesionales. Por ello, la comunicación es extremadamente importante para Boqué: “Hablamos mucho sobre qué supone la implementación, de quién se necesita la aprobación para el despegue de un dron, qué procesos deben seguirse y cómo funciona en cada sitio”.

La visión de Boqué se complementa a la de Valls. “Tenemos que hacer ver a los estamentos públicos que el uso del dron es útil”, afirma el representante del Port de Barcelona en el grupo de trabajo de drones de chainPort. El Port de Barcelona puede operar vuelos de drones, pero es de los que necesita 15 días de antelación para maniobrar, pone como ejemplo.

 Para Valls la clave está en entender que el retorno de los drones no sólo se reduce al aspecto económico: “Muchas veces no tienen grandes retornos monetarios, pero a la larga sí. Las surveillances no te dan dinero pero sí te ofrecen seguridad. El hecho de controlar medioambientalmente tampoco, pero es algo básico para nuestro futuro”. Por ello, Valls espera poder contar algún día con una red de drones comunicados entre ellos desde una sala de control. 

Porque al final, los retos que implican las aeronaves no tripuladas no asustan, todo lo contrario: son estimulantes de cara al futuro.