Los puertos y las start-ups, ‘love is in the water’

Para Sylverans, empresas y start-ups se necesitan mutuamente, “aunque a veces no sean conscientes de ello”. Sin embargo, si hay que inclinar la balanza, opina que las start-ups necesitan más a las empresas y que las grandes corporaciones creen que no es esencial para su negocio trabajar con start-ups.

“Aunque no estoy convencida de que esto sea así, ya que a veces las empresas necesitan ideas frescas o repensar algunos procesos de negocio”, apunta.

En este sentido, señaló a la inteligencia artificial que no puede, simplemente, implementarse entregando la herramienta a los trabajadores, sino que hay que enseñar a instaurarla y contar con personas con conocimientos tecnológicos que ayuden a utilizarla con eficacia.

Las soluciones de las start-ups

La IA es, precisamente, la tecnología que emplean varias start-ups que asistieron a la última edición de Smart Ports: Piers of the future.

Es el caso de UTURN, una plataforma para el transporte de contenedores bidireccional. Los cargadores publican sus necesidades de transporte que después los transportistas se asignan para enviarla a destino. De momento, opera en países como Países Bajos,  Reino Unido, Francia, Bélgica y Alemania. “Somos una especie de Uber del transporte interior de contenedores”, define Casper Curvens, su responsable de desarrollo de negocio.

Utilizan la IA y la creación de algoritmos para ayudar a los transportistas y cargadores a mejorar todo su flujo de contenedores. “La mitad de las personas que trabajan para nosotros se dedican al desarrollo, así que estamos constantemente analizando qué funciones deberíamos añadir,  qué funciona y qué podemos seguir desarrollando. Y la IA es una gran parte de todo esto”, comparte.

La segunda empresa disruptiva que utiliza la tecnología que más hype está generando es el Centro Tecnológico Naval y del Mar, que frente a los riesgos que provocan las inundaciones asociadas al cambio climático, colaboran con acuicultores dedicados a la cría de especies como la dorada, atún, o la lubina, en el control del estado de sus instalaciones marinas.

“Los recientes temporales sucedidos en el Mediterráneo provocaron que sus instalaciones, que no estaban preparadas para la magnitud de estas tormentas, se rompieran. Granjas enteras de peces terminaron, literalmente, en la línea de costa. Esto provocó mucha mortandad de peces y un daño medioambiental tremendo, y aunque aunque muchos de estos peces sobrevivieron, entraron en el ecosistema generando un impacto”, describe Noelia Ortega, su CEO y directora.

Su solución se basa en monitorear esas instalaciones con sensores conectados a través de internet, generando datos que después se trasladan a la nube.

“Estamos proporcionando información, modelos predictivos y una experiencia inmersiva para que, a través de las gafas sea posible moverse por la instalación para ver qué está pasando. Usamos inteligencia artificial y machine learning porque vamos recopilando datos y vamos aprendiendo para que los ingenieros en estructuras sumergidas desarrollen soluciones y recomendaciones”, continúa.

Seabots, en cambio, utiliza drones marinos para mapear, realizar modelos tridimensionales o gemelos digitales de infraestructuras, conocer la calidad del agua o cuantificar activos naturales.

“Mapear el entorno de una infraestructura portuaria permite, por ejemplo, conocer el grado de sedimentación, que es un problema importante cuando se navega dentro de una dársena. También para ver en qué estado se encuentran los espigones y poder realizar mantenimientos preventivos”, enumera Pau Guasch, su CEO.

La start-up resultó ganadora recientemente del Premio a la Innovación en Economía Azul basada en las TIC en el marco de los Premios de Innovación Digital en Catalunya.

“El seabot actúa como un sensor móvil que genera estos modelos y reduce riesgos humanos, materiales y económicos y permite, además, ofrecer un servicio mucho más eficiente a tu clientes”, apunta.

El último ejemplo es Yes We Sail, una iniciativa de Dani Anglada, que perdió la vista en un accidente cuando trabajaba a bordo de un barco mercante, que busca empoderar a personas con discapacidad visual para que puedan navegar en embarcaciones de vela ligera de forma autónoma y segura.

Se basa en una tecnología que, explican Dani y Gerard Llorach, su CTO, completamente novedosa. “Es innovadora porque no existe ningún tipo de aplicación de navegación que se transmita acústicamente. La idea la tuvo Dani, pero cubre otras necesidades como las de una persona que, por ejemplo,  pilotando un mercante pueda ponerse unos auriculares y realizar otras tareas a la vez”, explica Llorach.

Ambos definen el reto como mayúsculo, ya que han de crear el producto desde cero y del cual no hay referentes ya que, recuerdan, el 80% de la información que recibimos entra por la vista, dejando al resto de los sentidos en un lugar prácticamente secundario. La start-up ya ha presentado Lady, el primer patín catalán adaptado para la navegación de personas con discapacidad visual.

La embarcación, única en el mundo, cuenta con una estructura de madera reforzada, y la textura de cubierta ha sido modificada para aportar mayor información, y ha contado con el impulso de la Copa América de Vela y, en especial de su CEO, Grant Dalton.

“Hemos conseguido adaptar el reglamento de las regatas para poder utilizar esta embarcación y en febrero nos presentamos a la convocatoria de Ports 4.0 para, si nos la conceden, conseguir la financiación para desarrollar esta tecnología innovadora”, explica Anglada.

Detectar necesidades, la relación entre las start-ups y el sector marítimo-portuario

En el caso de UTURN, la start-up está estrechamente vinculada a los puertos de Rotterdam y Hamburgo, hecho que les ayudó, especialmente en sus inicios. “Esto nos sirvió para aterrizar conceptos y entrar en contacto con grupos de interés que nos han permitido crecer y ampliar mercados”, explica Curvens.

Tener la oportunidad de presentar su propuesta en un foro como Smart Port: Piers of the future también es otra forma de continuar creciendo, dado el número de comunidades portuarias presentes. “Y escuchar lo que tienen que decir y cuáles son sus necesidades también puede generar nuevas oportunidades para nosotros”, concluye.

Por su parte, Noelia Ortega celebra que Barcelona se haya posicionado como el hub de economía azul y comparte que colaboran con la Barcelona Port Innovation, además de formar parte de BlueTechPort.

“Al final, se trata de conseguir que pasen cosas, y para ello necesitamos estos apoyos. Nosotros también queremos formar parte, contribuir y ayudar”, afirma.