La Red Transeuropea de Transporte se extiende hacia el Este
Es una de las consecuencias del conflicto entre Rusia y Ucrania. La aprobación en julio de 2021 de la revisión de la Red Transeuropea de Transportes (TEN-T) ha quedado supeditada a la guerra y una modificación está en marcha. Explicamos sus características principales.
Carles Rúa es Jefe de Innovación del Port de Barcelona y Director del Máster Executive en Supply Chain Management de la UPC.
El propósito de la TEN-T
El Reglamento UE 1315/2013 (Regulation (EU) 1315/2013) es el marco del desarrollo de la red Transeuropea de Transportes (Trans-European Transport Network, TEN-T). Nació con el objetivo de establecer una red multimodal de transporte que vertebre los flujos de transporte de personas y mercancías a través de Europa.
Esta red une los nodos urbanos de la UE con los puertos marítimos y fluviales, aeropuertos y terminales intermodales, a través de una estructura de carreteras, vías férreas y autopistas del mar (motorways of the sea).
Este reglamento estableció la red de transportes europeas en dos capas:
- Una red global o comprehensive network: el conjunto de las infraestructuras existentes y planificadas que cubren todas las regiones de la UE. Incluye las medidas destinadas a fomentar el uso eficiente y sostenible, social y medioambientalmente, de dichas infraestructuras.
- Una red básica o core network: las partes de la red global estratégicamente importantes para lograr los objetivos europeos en materia de transporte.
El reglamento establecía provisiones para que la red básica se complete en 2030 y la red global en 2050.
El despliegue de esta estructura se realizaba a través de nueve corredores de transporte europeos, los Corredores de la Red Básica (Core Network Corridors, CNC), y dos prioridades horizontales: el European Rail Traffic Management System (ERTMS) y las mencionadas autopistas del mar.
Las modificaciones de la TEN-T
Sin embargo, las disrupciones causadas por la pandemia del COVID-19 y los retos actuales a los que se enfrenta la UE (cambio climático, la transición energética, la necesidad de desarrollar infraestructuras más resilientes), provocaron una revisión del marco legal en julio de 2021.
El Reglamento (UE) 1153/2021 (Regulation (EU) 2021/1153) se alinea con los nuevos objetivos del Pacto Verde Europeo (European Green Deal) y la estrategia para un transporte más sostenible e inteligente (Sustainable and Smart Mobility Strategy).
La nueva propuesta tiene cambios significativos respecto a la anterior:
- Crea el concepto de Corredor de Transporte Europeo (European Transport Corridors, ETC), que fusiona los nueve Corredores de la Red Básica (CNC) con los corredores de transporte de mercancías (Rail Freight Corridors, RFC) también definidos por la UE. El fin es asegurar el correcto desarrollo constructivo de las infraestructuras y la coordinación de su operativa.
- Añade la Red Básica Extendida (Extended Core Network) a la dos capas ya existentes, cuyo desarrollo debería finalizar en 2040. A nivel de financiación, esta nueva capa tendrá las mismas oportunidades que la red básica.
- Se relaja la definición de 'nodo urbano'. Todas las áreas urbanas de más de 100.000 habitantes y las capitales de las regiones NUTS2 en las que no haya nodos de esta dimensión pasan a formar parte de la red. Así, el número de nodos urbanos en la UE pasa de 88 a 426.
- El concepto de autopistas del mar, muy restrictivo en el anterior reglamento, se sustituye por el concepto de Espacio Marítimo Europeo (European Maritime Space). Incluye, no sólo los recorridos entre puertos de la UE, sino también con países vecinos.
- Se fija claramente la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero como uno de los objetivos de esta revisión. También promueve el diseño de infraestructuras que aseguren la resiliencia y la neutralidad climática.
Cómo la guerra entre Rusia y Ucrania entra
en la TEN-T
Lamentablemente, la reciente invasión de Ucrania por parte de Rusia ha obligado a la Unión Europea a replantearse la red transeuropea de transportes en base al nuevo panorama geopolítico.
Así, en mayo de 2022, la Comisión Europea identificó los principales desafíos a los que se enfrenta la UE y los países vecinos para apoyar la economía y la recuperación de Ucrania y mejorar sus comunicaciones con los países de la UE extendiendo los Corredores Europeos de Transporte.
De hecho, en este mes de mayo, como parte de la respuesta solidaria de la UE con Ucrania, la Comisión Europea presentó un conjunto de acciones para facilitar la exportación de sus productos agrícolas a través de la llamada “Solidarity Lanes” Communication.
Este documento propone una serie de medidas urgentes a desarrollar:
- Aumentar el material de transporte disponible (vagones, buques,…).
- Elevar la capacidad ferroviaria (número de surcos, acceso y capacidad de las terminales intermodales,…).
- Facilitar los procesos administrativos para cruzar la frontera (trámites aduaneros).
- Incrementar la capacidad de almacenaje en suelo europeo de productos agrícolas ucranianos.
A medio plazo, la comunicación quiere establecer nuevas infraestructuras de conexión que ayuden a la reconstrucción de Ucrania.
En este sentido, en julio de 2022 la Comisión revisó los mapas de la TEN-T para facilitar la extensión de los corredores europeos hacia Ucrania y su futura incorporación a los estándares de transporte europeos.
La reciente invasión de Ucrania ha obligado a la Unión Europea a replantearse la Red Transeuropea de Transportes en base al nuevo panorama geopolítico
El nuevo mapa de la TEN-T
Los principales cambios propuestos, y que ahora deberá aprobar el Parlamento Europeo, son la extensión de cuatro de los Corredores Europeos de transporte hacia Moldavia y Ucrania.
En concreto, propone:
- Extender el corredor Mar del Norte – Mar Báltico a través de Lviv y Kyiv hasta Mariupol.
- Ampliar el corredor Mar Báltico - Mar Negro - Mar Egeo hasta Odesa via Lviv y Chisinau.
- La extensión de los corredores Mar Báltico - Mar Adriático y Rin-Danubio hasta Lviv.
En contrapartida, estas propuestas implican una reducción de la extensión del Corredor Mediterráneo. Hasta ahora, éste llegaba a la frontera de Ucrania a través de Hungría. En los nuevos mapas definidos por la UE finaliza en Zagreb (Croacia).
Además de adaptar los corredores se proponen otras medidas:
- Adaptar las infraestructuras de Moldavia y Ucrania a los estándares técnicos, regulatorios y administrativos europeos. Esta actuación requerirá de inversiones muy considerables.
- Rusia y Bielorrusia ya no son objetivo prioritario de la UE. Como consecuencia, los pasos transfronterizos entre la UE y ambos países dejan de formar parte de la Red Básica para incluirse en la Red Global y, por tanto, su ejecución se demora del 2030 al 2050. A efectos prácticos, esto impacta considerablemente en la financiación de las infraestructuras transfronterizas, ya que los fondos europeos se dirigen preferentemente hacia la Red Básica.
- Se suprimen de la TEN-T los mapas indicativos de su posible futura extensión hacia Rusia y Bielorrusia. En este punto se deja la puerta abierta a una posible transición democrática en Bielorrusia que podría permitir su reincorporación al Reglamento.
- Se exige a los estados miembros la elaboración de planes de adaptación al ancho de vía estándar. Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Portugal y España, estados miembros con un ancho de vía nominal diferente a los 1435 mm, deberán elaborar un plan de transición de sus infraestructuras ferroviarias al ancho estándar europeo. Estos planes (que no las infraestructuras) deberán estar finalizados dos años después de la aprobación del nuevo reglamento.
- Aunque también tiene un ancho diferente, Irlanda queda excluida por su carácter insular y su imposibilidad de conexión al resto de infraestructuras ferroviarias europeas.
La adopción de un ancho estándar en Moldavia y Ucrania, así como en los otros países europeos, es esencial para mejorar la interoperabilidad y la eficiencia del ferrocarril.
Esta propuesta de modificación se une a otras iniciativas desarrolladas por la UE para facilitar las exportaciones y el comercio bilateral entre la UE y Ucrania. Los efectos colaterales del conflicto también llegan al transporte.