Robots e IA para transformar la logística
La introducción de robótica en la logística en general y en el entorno portuario en particular no está libre de desafíos. “Existen dificultades a varios niveles. Entre ellos están el económico, el legislativo y el técnico”, enumera el ingeniero en robótica en Plain Concepts.
A nivel técnico, el reto que se presenta a continuación es conseguir que los robots entiendan el entorno que les rodea y sepan adaptarse a nuevas situaciones.
“Desde la década de los 50 o los 60 del siglo pasado ya hay robots trabajando en las fábricas, capaces de saber qué sucede en su línea de producción. Si nada se sale de lo habitual, realizan sus tareas sin problema”, contextualiza Blasco.
“Para transformar la logística, el siguiente paso será conseguir que estos robots sepan reaccionar en lugares más caóticos, en los que puede haber imprevistos”, continúa. “Esto se consigue con la inteligencia artificial.
Así, hoy en día la dificultad no está en que los robots puedan moverse o reconocer elementos. Esto ya se ha conseguido. El reto es que entiendan lo que pasa en el entorno y reaccionen si sucede algo fuera de lo habitual”.
En los puertos inteligentes, es necesario además que el resto de los agentes (barcos, infraestructuras externas u operadores, por ejemplo) también estén automatizados. En la era de la digitalización, el reto está en que el puerto funcione como un ecosistema conectado en el que la maquinaria puede funcionar de forma autónoma e inteligente.
Drones autónomos: el caso de Amberes
Desde 2019, un enjambre de drones autónomos sobrevuela varias veces al día las instalaciones del Puerto de Amberes. Su objetivo es recolectar información y enviar alertas para hacer del puerto un lugar más seguro, eficiente e inteligente.
Estos drones realizan vuelos VBLOS (siglas de beyond visual line of sight), es decir, vuelos en los que la nave va más allá de la línea de visión del piloto y que se manejan en remoto, desde una estación de pilotaje.