Barcos autónomos: ¿una inversión a corto plazo?
Según los expertos, los barcos autónomos son una de las claves de la evolución de la industria marítima. Tan disruptivo como el smartphone, el smart ship revolucionará la forma de diseñar embarcaciones y operaciones. Roy van den Berg, desarrollador del proyecto de la hoja de ruta Smart Logistics de SmartPort Rotterdam, analiza el tema en el siguiente artículo.
Roy van den Berg es desarrollador del proyecto de la hoja de ruta Smart Logistics de SmartPort Rotterdam.
¿Con qué frecuencia has leído algo sobre barcos autónomos en 2018? Probablemente, más que hace un año. Varias organizaciones han elaborado bonitos vídeos promocionales e imágenes para mostrar lo que será el primer barco autónomo. En concreto, Kongsberg y Noruega se están posicionando como los primeros en construir, permitir y operar barcos autónomos. Para el transporte de contenedores, el YARA Birkland, un barco contenedor abierto de 120 TUYO, debería empezar a funcionar en 2020, y, para 2022, debería funcionar sin tripulación y de forma autónoma. Este barco será una solución totalmente alimentada por batería. Es un gran paso adelante en el desarrollo de las operaciones marítimas y está acaparando mucha atención porque tendrá un gran impacto en los puertos. Pero todavía falta mucho antes de que la mayoría de los barcos operen de forma autónoma, aunque probablemente no se deba a limitaciones tecnológicas.
En Holanda, las universidades, institutos de investigación, gobiernos regionales, autoridades portuarias y empresas privadas están investigando, ejecutando simulaciones y realizando pruebas de tecnología en barcos a muy pequeña escala, en un entorno seguro. El enfoque no es solo en la propia tecnología, sino también en cómo interactuar con este tipo de barcos. Los barcos no serán totalmente autónomos de repente. El primer paso en el desarrollo incluirá barcos con más sensores y sistemas de apoyo en la toma de decisiones. Cuando eso funcione, y la gente pueda trabajar con ello, el siguiente paso del proceso de desarrollo será un barco que pueda navegar de forma autónoma, pero con asistencia humana. Después de esta fase, barcos totalmente autónomos podrán formar parte de operaciones generalizadas.
El gran reto no es tanto si se puede hacer, sino qué valor añadido tiene para los propietarios y los operadores. Porque, sí, un barco requiere menos miembros de tripulación si está diseñado de forma que no necesita mantenimiento a bordo mientras está navegando. O, como mínimo, solo de forma limitada. Esos barcos probablemente tendrían que funcionar con otros tipos de combustible, como el hidrógeno o la electricidad. Pero todavía queda mucho camino por recorrer. Además, la tecnología para navegar con un barco totalmente autónomo sigue siendo muy cara, lo cual dificulta el modelo de negocio si el único ahorro se debe a tener menos miembros en la tripulación. Sin embargo, navegar con una tripulación más reducida hará disminuir el error humano y aumentará la seguridad a bordo del barco, así como en el mar. Además, se puede esperar un ahorro de combustible, ya que los barcos serían mejores a la hora de llegar a puerto según el horario previsto. La integración de los diferentes enlaces de la cadena de transporte puede suponer el ahorro más importante. Por lo tanto, si el uso de barcos autónomos se puede abordar desde un planteamiento mucho más integrado, podría ser un buen modelo de negocio.
Un barco requiere menos miembros de tripulación si está diseñado de forma que no necesita mantenimiento a bordo mientras está navegando.
Interacción
Con todo lo dicho anteriormente, el reto más interesante para la comunidad marítima y portuaria probablemente será cómo interactuar con estos barcos autónomos. Hay muchos casos, durante el viaje de un barco, en los que debe tener lugar la interacción:
- Cuando navega por el mar, en un río o en un puerto, el barco debe interactuar con el medio para evitar colisiones. ¿Cómo se comunicarán los barcos no autónomos con el barco autónomo? Además, ¿cómo dará instrucciones el capitán del puerto a los barcos autónomos? Y ¿cómo indicará el barco su destino?
- Cuando el barco tenga que pasar por esclusas o puentes, debe indicar el tiempo de llegada esperado o requerido. ¿Cómo podrán decirle los trabajadores que operan en los puentes y las esclusas que reduzca la velocidad, espere o acelere?
- Cuando llegue al puerto, los prácticos ¿cómo operarán el barco? ¿A bordo? ¿O habrá un centro de control de la costa? Los remolcadores ¿todavía serán necesarios? ¿Cómo atracarán los barcos autónomos? ¿Todavía se podrá hacer con jueces de línea?
- Durante la carga y la descarga, ¿cómo se estabilizará el barco? ¿Únicamente será responsabilidad del operador de terminal?
- Y, finalmente, cuando se prepare para la próxima navegación, ¿todavía habrá residuos a bordo que habrá que recoger? ¿Cómo indicará el barco que necesita mantenimiento? Cuando no haya tripulación a bordo del barco, esto solo se podrá hacer durante la estancia en el puerto.
Todavía hay que responder a muchas preguntas en cuanto a la llegada, el manejo y la salida de barcos autónomos. Lo que será crucial será que el sector marítimo cree métodos de comunicación estandarizados. En caso contrario, será bastante difícil tener esos barcos en diferentes puertos. La estandarización en cuanto a las visitas portuarias solo se ha planteado recientemente como una cuestión importante para operar de forma mucho más eficiente. Así que el desarrollo de barcos autónomos no depende tanto de la tecnología como de nuestra capacidad de llegar a un acuerdo sobre normas para comunicarse con los barcos del futuro.
Una parte del contenido de este texto se basa en el libro blanco sobre barcos inteligentes, publicado por SmartPort Rotterdam –la plataforma de conocimiento para la investigación científica e innovadora–. El texto está disponible aquí.