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La inversión europea en el mercado del transporte ferroviario de mercancías y la intermodalidad: ¿Apuesta Europa por el caballo (de hierro) equivocado?

El ferrocarril es el medio de transporte más sostenible para el comercio interior de mercancías. Por este motivo, en la última década Europa ha invertido miles de millones de euros en infraestructuras. La pregunta es: ¿están dando resultados positivos estas inversiones? Analizamos la inversión europea y la evolución del tráfico ferroviario de mercancías para evaluar la eficacia de esta inversión, con el objetivo de identificar deficiencias y posibles vías de desarrollo futuras que refuercen este sector.

Publicado el 14.09.2023

Matteo Boschian Cuch es investigador del CENIT y doctorando en movilidad y transporte sostenible del Port de Barcelona.

Para fomentar el sector ferroviario, la Unión Europea financia, mediante préstamos y subvenciones, proyectos de mejora de la red ferroviaria en Europa. (Getty Images)

EL SECTOR DEL TRANSPORTE FERROVIARIO DE MERCANCÍAS

El sector del transporte es responsable de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. En comparación con otros medios de transporte, el tren es la opción más sostenible para el comercio interior de mercancías, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. 

Por esta razón, las políticas de la Unión Europea han fomentado un cambio modal de la carretera al ferrocarril o a las vías navegables interiores. Además, los costes externos relacionados con el ferrocarril son inferiores a los producidos por los vehículos pesados (HGV), como se destaca en la Figura 1, basada en el Handbook on the external costs of transport” de la Comisión Europea (2019). 

Además de la sostenibilidad medioambiental, los trenes son más seguros que el tráfico rodado, reduciendo los accidentes y la congestión en las redes viarias de la UE.

Por otro lado, el servicio prestado por los operadores ferroviarios es menos flexible, ya que se programa y no es posible realizarlo puerta a puerta. Además, la infraestructura necesaria para el transporte ferroviario es más compleja y costosa, y no es homogénea en todos los países europeos. 

De hecho, existen diferencias desde el punto de vista técnico en las normas de electrificación, en los sistemas de señalización y el ancho ferriviario y desde el punto de vista administrativo, dado que cada país tiene su propio administrador de infraestructuras. 

Todas estas deficiencias aumentan la complejidad de la interoperabilidad entre los países de la UE. Comparando costes, el transporte intermodal es un 56% más caro que el transporte por carretera para los cargadores, según datos de la Comisión Europea de 2017.

POLÍTICAS Y OBJETIVOS EUROPEOS

Para impulsar el sector ferroviario, la Unión Europea financia, mediante préstamos y subvenciones, proyectos de mejora de la red ferroviaria. Estas inversiones contribuirán a superar los obstáculos y cuellos de botella señalados anteriormente. 

El Reglamento 1315/2013 de la UE establece la política de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T, por sus siglas en inglés) con el objetivo de crear un instrumento útil para el desarrollo de las infraestructuras de transporte entre los países de la UE, que incluya todos los medios de transporte. 

La red TEN-T está compuesta por nueve corredores que forman la Red Básica y, además, existen dos prioridades horizontales: las Autopistas del Mar y el Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERTMS).

Además, en Europa hay once Corredores Ferroviarios de Mercancías  (CEF) creados para aumentar la competitividad del transporte ferroviario de mercancías. 

Los retos de los RFC son:

  • Reforzar la cooperación entre los administradores de infraestructuras para aumentar la interoperabilidad y el desarrollo de las infraestructuras.
  • Lograr un equilibrio adecuado entre el tráfico de pasajeros y el de mercancías a lo largo de las RFC, para garantizar un mejor servicio en el tráfico de mercancías en términos de puntualidad.
  • Promover la intermodalidad mediante la integración de las terminales en la gestión y el desarrollo de los corredores.

De aquí a 2030, el objetivo es transferir el 30% del tráfico de mercancías por carretera de larga distancia a soluciones más sostenibles, como las vías navegables interiores o el ferrocarril. (Getty Images)

En el Libro Blanco "Roadmap to a Single European Transport Area-Towards a competitive and resource efficient transport system", publicado en 2011 por la UE, se fijaron los objetivos europeos para reducir el impacto del transporte. 

En cuanto al transporte de mercancías, el objetivo es transferir el 30% del tráfico de mercancías por carretera de larga distancia (más de 300 kilómetros) a soluciones más sostenibles, como las vías navegables interiores o el ferrocarril para 2030. De cara a 2050, el objetivo es lograr una transferencia del 50%

La Unión Europea ha invertido una enorme cantidad de fondos en el sector del transporte en los últimos años. El programa Mecanismo "Conectar Europa" (CEF), gestionado por la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (CINEA), asignó 23.200 millones de euros en subvenciones para apoyar proyectos de transporte en el periodo comprendido entre 2014 y 2020. 

El CEF para el transporte tiene como objetivo financiar proyectos para modernizar y completar la TEN-T Para lograr este objetivo, el 88% del importe total se asignó al desarrollo de la Red Principal. Dada la importancia de reducir la huella medioambiental del sector del transporte, el 70% de las subvenciones del CEF se destinaron a proyectos ferroviarios, tanto de mercancías como de pasajeros. Para alcanzar los objetivos del Pacto Verde se disponen de otros 25.800 millones de euros para el periodo 2021-2027.

Además de estos fondos, para recuperar los efectos de la crisis pandémica, Europa proporcionó fondos adicionales con la política del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que los Estados miembros pueden destinar también al sector del transporte.

Por otra parte, el Banco Europeo de Inversiones (EIB) ha invertido 40.000 millones de euros en la década 2011-2020 en el cambio modal hacia el ferrocarril, apoyando proyectos y contribuyendo al desarrollo de infraestructuras, tanto en vías y estaciones como para la compra de nuevo material rodante.

Para alcanzar los objetivos europeos de duplicar la cuota de mercado del transporte ferroviario de mercancías de aquí a 2050, el tráfico combinado debe crecer un 5% cada año. 

RESULTADOS DE LA INVERSIÓN DE LA UE EN EL SECTOR DEL TRANSPORTE DE MERCANCÍAS FERROVIARIO

A pesar de la promoción y la inversión de capital de la Unión Europea en este sector, la cuota modal del ferrocarril en el transporte terrestre de mercancías ha disminuido ligeramente, desde 2010, a favor del sector de la carretera, como se muestra en la Figura 2.

Si analizamos los datos más detenidamente, al examinar una muestra de países europeos en la misma ventana temporal, la cuota modal del transporte ferroviario de mercancías se mantiene estable en todos los casos, como podemos ver en la Figura 3, salvo en Polonia, donde desciende. En España, Países Bajos, Francia y Alemania ésta se mantiene constante, mientras que Italia y Croacia registran un ligero aumento, aunque no suficiente.

¿Y LA INTERMODALIDAD?

El transporte intermodal de mercancías es un método para mover mercancías en unidades de transporte intermodal (ITUs), que pueden ser contenedores, semirremolques o cajas móviles en diversos medios de transporte, como camiones, trenes y barcos. 

En el periodo 2014-2020, Europa, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (ERDF), el Fondo de Cohesión (CF) y el Mecanismo "Conectar Europa" (CEF), ha invertido 1.100 millones de euros en proyectos relacionados con el transporte intermodal, según se recoge en el “Intermodal freight report”, del Tribunal de Cuentas Europeo (ECA) de 2023. Este informe resume el presupuesto asignado a proyectos de intermodalidad con cargo a los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, en un muestreo de Estados miembros de la UE. Aunque existen diferencias significativas, como se ilustra en la figura 4, es esencial tener en cuenta que los importes de financiación recibidos varían entre los distintos países de la UE.

Analizando las cifras de tráfico, el transporte combinado registró un crecimiento en los últimos 10 años en términos de toneladas-kilómetro y envíos, según se recoge en el informe anual 2022-2023 de la Unión Internacional de Transporte Combinado Carretera-Ferrocarril (UIRR). Sin embargo, en 2022 se produjo una contracción del tráfico en comparación con el año anterior debido a la disminución de los pasos fronterizos fuera de Europa provocada por la guerra en Ucrania. En este informe, la disminución de la competitividad del transporte combinado se explica por tres razones:

  • La estabilidad del mercado de los combustibles fósiles en comparación con el mercado de la electricidad.
  • Los proyectos de infraestructuras ferroviarias, financiados por los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, y el aumento de la prioridad en el tráfico de pasajeros.
  • La desaceleración económica.

Para alcanzar los objetivos europeos de duplicar la cuota de mercado del transporte ferroviario de mercancías de aquí a 2050, el tráfico combinado debe crecer un 5% cada año. Para obtener este resultado, la UIRR destaca que los requisitos son 16.500 millones de euros de inversión anual en modernización de la infraestructura ferroviaria, 1.500 millones de euros de inversión anual en instalaciones intermodales y un marco regulador favorable para aumentar la calidad y cantidad de trenes de mercancías intermodales.

INTERACCIÓN PORTUARIA Y FERROVIARIA

El sector marítimo es relevante para el comercio europeo. Por ello, para aumentar la cuota modal del ferrocarril es importante centrar la atención en su conexión con los puertos europeos. La Agencia Ferroviaria de la Unión Europea (AFE) analizó la situación actual en el informe "Fostering the rail sector through the European Green Deal: Rail-port synergies" a través de encuestas enviadas a los puertos europeos. De las respuestas recogidas se desprende que numerosos puertos consideran que su conectividad ferroviaria es un factor fundamental para mejorar su competitividad. Para mejorar las relaciones ferroportuarias, deberían desarrollarse los siguientes puntos clave:

  • Desarrollo de infraestructuras dentro de la red ferroviaria, aumentando la capacidad y electrificando las vías para mejorar las conexiones con la red ferroviaria principal. Es necesario establecer una buena conexión entre la red del puerto y la red ferroviaria nacional, apoyada por la coordinación entre los administradores de infraestructuras para mejorar los cuellos de botella de la red principal. Por último, es necesaria una red de terminales interiores suficiente para satisfacer la demanda.
  • La digitalización es fundamental para el intercambio de datos, lo que redundará en una mejor coordinación entre las partes interesadas en las actividades ferroviarias.
  • La gestión de las operaciones ferroviarias del puerto debe ser realizada por la autoridad portuaria, por una empresa privada o por el administrador nacional de infraestructuras. Dependiendo del modelo de gestión elegido por el puerto, la flexibilidad y la autonomía pueden variar, afectando a los servicios ferroviarios prestados.
  • Los marcos político y normativo son fundamentales para aumentar la transferencia modal ferroviaria. Son necesarios incentivos fiscales por parte de las autoridades públicas, ya que la prioridad concedida al sector de pasajeros desde el punto de vista operativo y de inversión repercute negativamente en el comercio de mercancías.

¿EXPECTATIVAS DE FUTURO?

En conclusión, Europa invierte miles de millones de euros en el sector ferroviario, pero el crecimiento de la cuota modal del transporte de mercancías por ferrocarril no alcanza los objetivos fijados. Este artículo subraya la necesidad de revisar las políticas europeas de inversión en el sector ferroviario. Es esencial contar con financiación adicional para aumentar la proporción de mercancías transportadas por tren, ya sea mediante la construcción de redes ferroviarias específicas o mediante la gestión eficaz de la red existente para equilibrar los servicios de pasajeros y mercancías.

La inclinación de la red convencional a dar prioridad a los servicios de pasajeros tiene efectos perjudiciales sobre la eficiencia del transporte de mercancías, lo que se traduce en un aumento de los costes, una reducción del atractivo y una disminución de la capacidad de carga, aumentando así la probabilidad de retrasos. 

Además, para mejorar la interoperabilidad entre los países europeos es crucial resolver las deficiencias de infraestructura en los tramos transfronterizos. En resumen, la mera asignación de fondos es insuficiente; es indispensable un marco normativo y político completo para promover e incentivar eficazmente este sector.

Además, deberíamos plantearnos si el ferrocarril es la solución óptima para descarbonizar el sector del transporte, teniendo en cuenta las modernas tecnologías que permiten reducir las emisiones y la congestión en la carretera, como el platooning de camiones, los vehículos automatizados y los combustibles alternativos. Sin duda, no existe una única solución, sino una combinación de diferentes tecnologías y medios de transporte.