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El por qué de actividades portuarias inusuales: de gestionar un World Trade Center a albergar la King’s League

Eventos culturales, gastronómicos, populares o deportivos, gestión de espacios, negocios inmobiliarios. Las autoridades portuarias cada vez más desarrollan actividades alejadas del núcleo de su función, la operativa portuaria, se adentran en nuevas áreas de negocio y ceden sus instalaciones a instituciones municipales y empresas privadas para estrechar lazos con la ciudadanía y llevar a cabo eventos singulares.

Publicado el 16.02.2023
Los puertos ponen sus instalaciones a disposición de las ciudades para la organización de eventos en ubicaciones privilegiadas. (Getty Images)

La apertura de espacios portuarios para la organización de eventos de distinta índole empieza a formar parte de un modelo cada vez más habitual entre las autoridades portuarias. El objetivo es lograr una mayor integración entre el puerto y la ciudad y acercar a la ciudadanía a unas instalaciones privilegiadas que tradicionalmente han permanecido ajenas a los acontecimientos celebrados en las ciudades.

Existen tres modelos que, aunque se alejan del negocio principal de los puertos, logran otros resultados importantes para la ciudad y sus habitantes.

1. Actividades accesorias a la operativa portuaria: inmologística, transporte e infraestructuras

Un ejemplo clásico de desarrollo de actividades accesorias lo encontramos en la  Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. En efecto, además de su actividad portuaria, el PANYNJ es un holding que supervisa, dentro de su jurisdicción geográfica, gran parte de las infraestructuras regionales de transporte, incluidos puentes, túneles, aeropuertos (entre ellos el John F. Kennedy, el Newark Liberty y el de La Guardia) y puertos.

El puerto de Nueva York y Nueva Jersey es un holding que supervisa gran parte de las infraestructuras regionales de transporte como el aeropuerto JFK (PANYNJ)

Este portafolio diverso incluye también al sector inmobiliario, ya que el puerto es propietario del emplazamiento en el que se sitúa el rascacielos World Trade Center, construido para reemplazar a las Torres Gemelas que sufrieron el ataque terrorista de 2001. 

La autoridad portuaria también participa en varias empresas de la región como el parque empresarial Teleport en Staten Island y del Bathgate en el Bronx, el parque industrial en Elizabeth, la instalación de recuperación de recursos del condado de Essex, el Centro Legal de Newark, Queens West en Long Island City y el South Waterfront, en Hoboken. Como puede verse, toda esta actividad de gestión va mucho más allá de la función logística propia de los puertos.

En la misma línea, el Port de Barcelona también desarrolla una importante actividad inmobiliaria e inmologística a través de diversas sociedades: World Trade Center Barcelona, S.A. gestiona 130.000 m2 de espacios abiertos, oficinas a medida y salas de congresos; CILSA (Centro Intermodal de Logística, S.A.) gestiona la Zona de Actividades Logísticas del Port de Barcelona pero también áreas logísticas fuera de la zona de servicio portuaria, ofreciendo espacios, almacenes y servicios avanzados a operadores logísticos, transitarios, navieras y transportistas; o la Gerencia Urbanística Port Vell que gestiona el espacio puerto-ciudad próximo a barcelona. Estas dos últimas sociedades, pioneras en su momento, se han convertido en modelos de gestión a nivel mundial en su categoría.

2. Actividades orientadas a la ciudadanía

Otros puertos ceden sus instalaciones para la organización de eventos varios, entre los que destacan la música, cultura o eventos populares. Además de ofrecer la oportunidad a la ciudadanía de disfrutar de unos espacios privilegiados por su cercanía al mar, suponen una ocasión de apertura para, en algunos casos, generar un mayor conocimiento de la actividad portuaria.

En algunos casos, se generan incluso nuevos distritos en territorio de los puertos abiertos a toda la ciudad.

Un ejemplo es el puerto de Kaohsiung, que en 2009, en colaboración con el ayuntamiento, el Ministerio de Cultura y el gobierno de Taiwán, realizó la transformación y recalificación de la zona del puerto más cercana a la desembocadura del río Love para construir un complejo arquitectónico que consolida un programa de innovación musical y cultural y convertirse un espacio de referencia basado en la producción de música pop nacional cuyo principal beneficiario fuese a la propia ciudad.

El proyecto se divide en tres zonas que conectan y se integran con su entorno. La primera consiste en dos torres unidas por un atrio que ya se han convertido en un símbolo de la ciudad de Kaohsiung. La segunda es un área central con una gran cubierta donde se realizan exposiciones, programas comerciales y espacios abiertos que albergan actividades como mercadillos, teatro callejero y puestos de comida. 

La tercera y última une la nueva estación de South Ferry, el mercado nocturno y el norte gracias a un paseo marítimo con acceso a diferentes jardines acuáticos, un carril bici, restaurantes y comercios conectados por una pasarela. 

Rotterdam y su puerto han impulsado The Makers District, un área destinada a que nuevas empresas consoliden su actividad y prueben productos y procesos para impulsar una nueva economía basada en, entre otras, la digitalización, robótica, energías renovables y sostenibles. El distrito no es solamente un espacio físico, sino que ofrece un entorno que favorece la colaboración y emprendeduría gracias a la colaboración de instituciones educativas de la región.

 

Este nuevo modelo portuario multifacético es más abierto y tangible para los ciudadanos y está en armonía con los valores sociales locales y universales

Otras actividades son de carácter puntual.

En Canadá, el puerto de Quebec, organiza el festival Ágora, un punto de encuentro para el desarrollo cultural, turístico y deportivo impulsado por el puerto, Incubateur de musique francophone (IMF), Relèvénement, District 7 y el Comité des citoyens du Vieux-Québec. El puerto de Quebec cede así sus espacios para contribuir a crear una oferta diversificada en sus instalaciones.

En Barcelona, la celebración de eventos en el Port Vell, la zona del puerto abierta a la ciudad, incluye  actividades como exposiciones, conciertos, mercados semanales, ferias como el Salón Náutico o celebraciones populares como la procesión de la Vírgen del Carmen o el mercado de Navidad, al que pueden llegar a asistir más de tres millones de personas en cada edición.  

“Como todos los puertos que se sitúan en las urbes, el Port de Barcelona cuenta con espacio abierto para el disfrute de los ciudadanos. En el caso de Barcelona, el Port Vell tiene una trayectoria, historia y entidad propias muy vinculadas a la ciudad, en parte gracias a la organización de diferentes actividades”, explica David Pino, gerente del Port Vell del Port de Barcelona.

El Port Vell de Barcelona es el escenario de eventos culturales como la Semana del Libro en Catalán. (Flickr)

“El nuestro es un puerto comercial pero también ciudadano. Esto es muy importante para Barcelona, y viceversa. Fuimos de los primeros puertos en aprovechar las instalaciones situadas en antiguos muelles que se han quedado obsoletos para la actividad comercial y abrirlas a la ciudad”, añade Francesc Bonada, jefe de Organización y Sostenibilidad del Port de Barcelona.

El Port Vell también es la zona donde se ubicarán las bases de los equipos de la Copa América, la competición de vela por excelencia, y una oportunidad para que los ciudadanos la conozcan a fondo.

La celebración de la Copa América será una oportunidad para acercar la competición a los barceloneses. (America's Cup)

3. Actividades singulares excepcionales

El Port de Barcelona dispone de unas instalaciones deportivas para uso de los empleados de la Autoridad Portuaria y de las empresas de la Comunidad Portuaria. Estas instalaciones también son utilizadas de forma esporádica por equipos deportivos de la ciudad. “En esta zona disponemos de un pabellón multiusos con instalaciones para practicar fútbol, baloncesto o pistas de tenis, disponible, de manera puntual para los ciudadanos”, señala Bonada.

En esta zona deportiva, actualmente se está celebrando la  Kings League, una liga de fútbol 7 creada por la empresa de gestión de eventos deportivos Kosmos de Gerard Piqué. Esta liga está formada por 12 equipos propiedad de diferentes streamers y exfutbolistas. “La organización pidió al Port la cesión de sus instalaciones deportivas para la competición ya tenían interés en que ésta se celebrara en Barcelona”, explica Bonada.

La Kings League es una competición de fútbol innovadora que atrae a audiencias jóvenes. (Kings League)

Esta liga de fútbol aporta distintas innovaciones y se dirige a un público que pertenece a la Generación Z. Por ejemplo, se retransmite vía Twitch, una plataforma de streaming de vídeo muy utilizada por los jóvenes. “Es interesante porque de alguna manera nos permite entrar en contacto con una generación más joven y vincular la innovación al deporte”, afirma Bonada. En efecto, según los índices de audiencia, algunos de los partidos del King’s League están teniendo más audiencia que partidos de fútbol de LaLiga.

Otros eventos que han tenido lugar en la zona comercial del Port de Barcelona en 2022 son, por ejemplo, el primer Encuentro Pesca Dique del Este organizado por la Sociedad de Pescadores Deportivos de Mar Barcelona; la Fiesta de la Logística de Barcelona, Buti Buti, una celebración para la Comunidad Portuaria al aire libre o Taste-It, organizado por Grimaldi España, que consistió en varias actividades gastronómicas y culturales.

La vinculación de los puertos con el deporte se replica en otros ejemplos. En el caso de la Autoridad Portuaria de Tailandia, cuenta con un equipo de fútbol profesional,  Thai Port F.C., que compite en la liga Thai League 1. Y el puerto de Valencia fue, durante cuatro años, parte del trazado del circuito de Fórmula 1 que albergó el Gran Premio de Europa de esta competición.

El puerto de Valencia fue parte del trazado del Gran Premio de Europa de Fórmula 1. (Wikipedia)

Estos ejemplos de la conexión puerto-ciudad demuestran que, lejos de darle la espalda a las urbes, los puertos refuerzan la oferta cultural, deportiva y de ocio de las mismas para, como afirma Bonada, “no ser únicamente una fuente de externalidades” y contribuir a incrementar la sostenibilidad social multiplicando la naturaleza de unas actividades no siempre relacionadas con el mar.

También supone un acercamiento a un público tan diverso como es el ciudadano, cuyo conocimiento de los puertos se basaba, hasta el momento, en su actividad más tradicional.  Ahora, jóvenes y no tan jóvenes pueden disfrutar de sus espacios como si de un rincón más de la ciudad se tratara y, de paso, familiarizarse con el nuevo modelo poliédrico de los puertos, más aperturista, tangible y en solfa con los valores sociales locales y universales.